Chiapas.- Entre reclamos de justicia por el asesinato del padre tsotsil Marcelo Pérez Pérez se llevó a cabo una misa en su honor en San Andrés Larráinzar, donde cientos de católicos chiapanecos se dieron cita para darle el último adiós al párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal de las Casas.
La ceremonia, oficiada por Raúl Vera, estuvo acompañada por cantos en tsotsil, en reconocimiento a su relación con las comunidades indígenas.
El domingo, el padre Marcelo Pérez fue atacado a balazos por dos sujetos, solo unos minutos después que ofició una misa en el barrio Cuxtitali; recibió al menos cuatro disparos que le arrebataron la vida.
El sacerdote se dirigía a su automóvil tras haber oficiado una misa en el templo del barrio de Cuxtitali para volver a la iglesia de Guadalupe cuando sujetos desconocidos se acercaron y le dispararon.
Este martes en su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que la Fiscalía General de la República (FGR) ya atrajo las investigaciones del homicidio del sacerdote.
El padre Marcelo Pérez ya había sido amenazado en varias ocasiones y desde 2015 contaba con medidas de seguridad de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Varias ocasiones el sacerdote manifestó que la violencia en varias comunidades de Chiapas, entre ellas Pantelhó, estaba imparable y en una marcha a favor de la paz criticó fuertemente al Gobierno federal por su trabajo para combatir al crimen organizado.
"La verdad no está en un Palacio, no está detrás de un escritorio; la verdad está en Pantelhó, la verdad está en Chicomuselo; el Gobierno federal que vaya allá, pero sabemos que sino lo hacen con Guardia Nacional porque corre riesgo su vida", expresó en esa ocasión.
En su última entrevista con El Heraldo de Chiapas, de Organización Editorial Mexicana (OEM), el padre Marcelo Pérez señaló que su lucha contra la injusticia era y sería permanente en Chiapas, aunque que le costara la cárcel o la vida.
En el desempeño de mi responsabilidad pastoral no le he hecho daño a nadie, he protestado en contra de la injusticia y he defendido la vida
El lunes, el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, acompañado por los obispos Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López Alfaro, presidieron una misa de cuerpo presente en el parque central de San Andrés Larráinzar.
Alrededor de 500 feligreses acudieron al emotivo acto, donde el cardenal destacó el legado de paz y servicio del padre Marcelo, un sacerdote indígena que, a pesar de las acusaciones y amenazas en su contra, siempre trabajó por su comunidad.
Nota publicada en Diario del Sur