Tijuana.-Más de 800 mil jóvenes continúan viviendo una pesadilla en Estados Unidos, ante la incertidumbre de desconocer qué pasará con su futuro después del 5 de marzo, fecha fijada por la administración de Donald Trump, para que el Congreso Norteamericano revuelva el futuro del Programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
“Desafortunadamente, no hay una solución permanente para esa población, y se está convirtiendo en algo muy preocupante”, expresó.
Pese a que la fecha límite para los “dreamers” se acerca, estos jóvenes no están a favor de entregar a sus padres a cambio de que ellos obtengan su regularización permanente.
“Esperamos que el Congreso pueda pasar a una solución permanente que no requiera militarización de la frontera, no ponga en riesgo a otras comunidades migrantes”, declaró la representante de ACLU.
Cabe mencionar que el programa DACA fue creado en 2012 por el entonces presidente estadounidense Barack Obama, y daba a los jóvenes un permiso migratorio de dos años, que debía ser renovado.
Sin embargo, el 5 de septiembre, tras más de cinco años de estar vigente, Trump canceló el programa DACA alegando la ilegalidad del programa y anunciando la posibilidad que el mismo sea invalidado por las cortes federales.
“No contamos con los beneficios de un ciudadano común; hay atropellos, violaciones a los derechos humanos. Cuando tú eres indocumentado, sentimos la opresión de la gente que tiene el poder”, declaraba Karina, joven beneficiada por el programa DACA.