El primer sospechoso en la desaparición forzada de Diego Antonio Jaime Inzunza, quien desapareció el 7 de mayo del año pasado, es su amigo de la infancia, Rubén “N”, mismo que fue detenido y vinculado a proceso hace dos semanas aproximadamente.
En la audiencia, el Juez determinó que Rubén permanezca en prisión durante los seis meses que concedió al Ministerio Público para desarrollar la investigación complementaria.
El pasado 21 de abril de este año, autoridades realizaron un cateo en una vivienda de la colonia Voluntad, en donde aseguraron una motocicleta robada y computadoras que se usaban como máquinas de casino, se detuvo a Rubén ese día tras investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado.
Familiares de Diego Antonio, nunca interpusieron una denuncia en contra de Rubén, debido a que lo consideraban parte de la familia, sin embargo, la FGE lo investigó debido a que el hombre le debía dinero a Diego, por lo cual se convirtió en un posible sospechoso.
Expresaron que el día que desapareció Diego Antonio, él no iba a salir esa noche, debido a que al día siguiente se iba a levantar temprano, por lo que no se quería desvelar, sin embargo, Diego salió de su casa alrededor de las 21:00 horas, dirigiéndose al domicilio de Rubén.
En las investigaciones de la FGE, descubrieron que a las 02:00 horas Diego hizo una llamada al 911, misma que no pudo ser concretada porque se cortó el llamado, aparentemente porque Rubén lo privó de la libertad o le quitó el celular.
Al rastrear el celular de Diego, arrojó que después de su desaparición, estuvo en uso diez días aproximadamente, en donde marcaba distintos puntos de la ciudad, una fue en el domicilio de la colonia Voluntad y otro por el Rancho Las Truchas, mismo que ya se hizo un cateo y no se encontraron resultados positivos.
El próximo 27 de mayo se realizará una búsqueda de campo para Diego Antonio, hasta ese día se conocerán los puntos que se visitarán.