El albergue que busca instalar el Gobierno federal en Mexicali para atender a la población centroamericana debe garantizar atención integral y no solo proporcionar alimento y un sitio donde dormir, consideró Kenya Ramírez Meda, catedrática de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
En los últimos días se ha señalado que un sitio así será instalado en un almacén de la calle Once, versión que despertó quejas entre los vecinos. La catedrática e investigadora de la UABC, indicó que en ese o cualquier otro sitio, el albergue debe ser un espacio que proporcione asilo de manera temporal pero con herramientas que favorezcan su integración a la sociedad.
“Un migrante no debe vivir en un albergue de forma permanente o pasar ahí más de un par de meses, la preocupación es que no exista esta estrategia y esa es parte del temor que tienen las personas que se han manifestado”.
LOS RIESGOS
Ramírez Meda indicó que sin asesorías, documentación y herramientas para avanzar a la vida laboral, esta población puede eventualmente terminar en la calle, pedir dinero o cometer actos ilegales.
Agregó que el albergue debe propiciar además la convivencia de varios actores como académicos, autoridades migratorias, consulares y de salud. “Tenemos que tener también el apoyo de psicólogos, es fundamental que el psicólogo esté desde el día uno que el migrante llega al albergue”. La investigadora especializada en temas de migración adelantó que en Mexicali podría estar en trámite la instalación de una oficina de la Organización Internacional de las Migraciones con la intención de apoyar a quienes desean retornar a su país de origen.
De acuerdo a Ramírez Meda, antes de criminalizar a los migrantes, es importante garantizar la atención integral que ellos requieren.