Han ingresado la fuerzas especiales al interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Mexicali para intentar retomar el control de un sector de la penitenciaria que está en protesta.
Elementos de diversas corporaciones confirman que aún no logran calmar a los reos, sin embargo, la seguridad que se tienen por secciones está funcionando para no representar mayor riesgo.
Familiares de los internos exigen información de los internos para conocer con claridad su condición física y de salud, sin embargo, las autoridades omiten todo dato de momento.
El grito de “Queremos a Derechos Humanos” no ha cesado desde que se levantó el motín al interior de la cárcel de Mexicali donde hay un promedio de 1800 internos.
Las calles aledañas a la prisión se encuentran cerradas y custodiadas por diversos elementos de seguridad, por lo que se pide a la población evitar la zona.