No solo los adictos deben recibir atención para su rehabilitación, sino también su entorno familiar, por lo que deben ser canalizados a grupos de autoayuda, informó Elvia Isabel Cerecer Ruvalcaba, fundadora de la asociación “La madre de un adicto”.

En este momento el fentanilo es una droga sumamente adictiva y mortal, que es económica, está en la calle a la vuelta de la esquina, por lo que es de muy fácil acceso, incluso los muchachos inician el consumo a una edad más temprana, expuso.

Es por esta disponibilidad que cada vez más jóvenes se enganchan en el consumo de drogas y en el caso de este opioide, es sumamente adictivo.

“Nosotros canalizamos a las familias, porque el sistema familiar tiene que conocer la enfermedad, tiene que conocer los síntomas, tiene que tratarse también porque esto es una enfermedad, no solo la persona que consume tiene que tratarse, sino también su entorno familiar.

“Los canalizamos a atención sicológica, a grupos de autoayuda, y hay muchos recursos, pero desgraciadamente no están al alcance de las familias”.

Expuso que las personas con adicciones pierden muchos derechos porque hay algunos que están en situación de calle, hay otros que ya no tienen información de cómo continuar con sus estudios, a un trabajo, cómo acceder a la salud, y son derechos humanos fundamentales que ellos pierden totalmente.

Cerecer Ruvalcaba señaló que se convierten en población flotante, ya que muchos de ellos se encuentran en diversas partes, en un picadero, y a veces no hay la posibilidad de hacerles llegar información por ejemplo, de cómo atender sus heridas, u otros males que los aquejen físicamente.