Empezó hace 15 años con la necesidad de hacer la vestimenta de las Fiestas Patrias que les pedían a sus hijos en la escuela para participar en los eventos cívicos y ahora cuenta con una microempresa que atiende “sobre pedidos” de uniformes escolares y otros artículos de costura.
Ésa es la historia de Carmen Espinoza Ayala, quien ofrece sus productos en el tianguis que diario se pone desde el período de Pérez Tejada hace 6 ó 7 años, alrededor del edificio del Ayuntamiento en el Centro Cívico, junto con su hermana Cecilia que fabrica y vende muñecos de trapo. Doña Carmen ha trabajado en este período no sin problemas, a pesar de ser muy profesional y constante.
El oficio lo aprendió con su mamá que tenía esas habilidades y la indujo a estudiar corte y confección que usaba solo para hacer los uniformes de sus niños o de familiares que le pedían, aunque en principio se dedicaba a fabricar disfraces y ahora puede hacerlos en serie. Cada temporada tiene pedidos en diferentes fechas, como en Navidad, el Día de Muertos, las Fiestas Patrias, las graduaciones y cierres de cursos, trajes para grupos infantiles de baile, entre otros.
Aunque todo se le facilita, dijo que en la fabricación de algunos disfraces se le ha complicado cuando son personajes o animales especiales. En cuanto a problemas de pago, han sido pocos, aunque el año pasado maestras de un jardín de niños ubicado por la colonia Nueva no le pagaron completo.