Los ministros de Salud de los países vecinos a Italia se comprometieron a mantener las fronteras abiertas pese al brote de coronavirus, informó el ministro italiano de Salud, Roberto Speranza.
Los ministros consideran un cierre de fronteras "ineficaz y desproporcionado", indicó Speranza tras la reunión con sus homólogos de Francia, Suiza, Austria, Eslovenia y Croacia además de Alemania y el representante de la Unión Europea.
Los ministros decidieron que no se aplicarán "modificaciones a las condiciones de viaje" de los italianos.
"Estamos hablando de un virus que no reconoce las fronteras. Ningún país va a actuar solo", recalcó Speranza.
En un comunicado conjunto, los ministros y el representante de la Unión Europea prometieron "compartir y estandarizar la información para los viajeros que regresan o se dirigen a zonas de riesgo".
También aumentarán el intercambio de información médica y epidemiológica, así como las medidas adoptadas para hacer frente al brote.
El ministro Speranza explicó que la cancelación por parte de Italia de los vuelos directos hacia y desde China "redujo enormemente" la propagación del virus, así como la instalación de aparatos térmicos en los principales aeropuertos.
"Las medidas tomadas han sido muy estrictas y serias. Debemos evitar cualquier alarmismo", dijo, tras explicar que el cerco sanitario impuesto a 11 localidades del norte de la península ha sido decidido por un comité científico.