LOS ÁNGELES. California encabeza la resistencia contra la próxima administración de Donald Trump que pondrá a prueba el poder de los estados demócratas para batallar con las deportaciones masivas, con la defensa de los derechos reproductivos y el combate contra el cambio climático.
La aplastante victoria de Trump esta semana se produjo tras sus promesas de deportar a millones de inmigrantes indocumentados y a reducir protecciones medioambientales.
Los críticos temen también que sus aliados se movilicen para restringir el acceso a los medicamentos abortivos. Pero bajo la constitución de EU, los estados tienen un poder significativo, y cualquier acción en este sentido podrá enfrentar procesos judiciales.
El gobernador de California, Gavin Newsom, convocó esta semana a una sesión de emergencia del legislativo regional en respuesta a la elección de Donald Trump, instando a los diputados a prepararse para luchar contra potenciales medidas “ilegales” de la Casa Blanca en materia de aborto, inmigración y cambio climático.
“California enfrentó este desafío antes, y sabemos cómo responder. Estamos preparados para pelear en la justicia, y haremos todo lo que sea necesario para asegurarnos que los californianos tengan el apoyo y los recursos que necesitan para salir adelante”, comentó el alcalde del estado demócrata.
California, un bastión liberal de Estados Unidos, lideró varias batallas contra la presidencia durante el primer gobierno de Trump en asuntos como limitar las emisiones de los vehículos a la construcción del muro fronterizo.
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Batallas legales
El fiscal general de California, Rob Bonta, abogó también en la semana poselectoral en una rueda de prensa por “enfrentar los desafíos de una segunda administración de Trump, juntos”.
“Vivimos Trump 1.0. Sabemos de lo que es capaz”, dijo Bonta. “No importa lo que el venidero gobierno tenga entre manos (...) continuaremos controlando las extralimitaciones y enfrentando el abuso de poder”, prometió.
Los gobernadores y fiscales de otros estados liberales, como Nueva York, Illinois, Oregón y Washington esbozaron similares anuncios.
“Si tratan de herir a los neoyorquinos, o reducir sus derechos, pelearé en cada etapa del camino”, prometió la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul. “Si vienen por mi gente, me encontrarán a mí”, dijo su par de Illinois, J.B. Pritzker.
Las conversaciones para coordinar estrategias entre fiscales demócratas ya están en pie a nivel nacional.
Diversas organizaciones civiles en California lanzaron este jueves 'We are California', un movimiento que busca defender los valores de inclusión, comunidad y democracia mientras aboga por la justicia racial y económica, en respuesta al triunfo electoral del republicano Donald Trump.
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“No nos acobardaremos ni retrocederemos frente al autoritarismo”, dijo James Woodson, de California Black Power Network y uno de los muchos líderes de este nuevo movimiento.
Uno de los inconvenientes para los estados es el enorme costo financiero que acarrearían las incontables batallas legales. Además, Trump podría retener financiación federal a ciertos estados para ejercer presión.