/ domingo 16 de octubre de 2022

Con clases de zumba y botargas, Sedena busca fortalecer su imagen

El uso del “Sargento Bravo” y fotografiar sólo a soldados esbeltos, es parte de la estrategia del Ejército

Mostrar un escritorio con exceso de papeles o desarreglado durante entrevistas con medios, organizar clases de zumba y aeróbics dentro de los campos militares, o el uso de la botargaSargento Bravo” en las actividades castrenses, son algunas de las acciones del Ejército para fortalecer su imagen institucional.

En un documento interno del Ejército y la Fuerza Aérea titulado Guía Práctica para voceros del Ejército, el área de Comunicación Social de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) también instruye a los voceros “evitar el ‘off the record’ (confidencial o extraoficial) y evadir ‘el chacaleo’ (entrevistas de banqueta)”.

Puede interesarte: Cuatro empresas ingresaron migrantes a Puebla para delinquir

También se exhorta a los voceros castrenses evitar repetir durante las entrevistas “palabras sensibles que son expuestas por los reporteros, tales como ‘problemas’, ‘obstáculos, ‘retos’, ‘adversidades’, ‘opinión’, entre otras”.

Que en las grabaciones de entrevistas —instruye la Sedena a sus voceros— “aparezca en el fondo personal relajando la disciplina (con las manos en las bolsas, usando teléfonos, platicando y jugando)”.

En el documento —que forma parte de los millones de correos electrónicos que fueron extraídos al Ejército por el grupo de hackers Guacamaya— también se pide que en las fotografías que se utilicen para la comunicación institucional figuren “personal de arma o servicio (mujeres y hombres) de buena presentación y complexión delgada”.

“Evitar que el personal militar con sobrepeso aparezca en el primer plano en ceremonias o eventos. No realizar tomas fotográficas a personal que dé mala presentación en su persona. En hombres: cabello corto, barba rasurada; no usar joyas ni relojes. En mujeres; cabello recogido, aretes y maquillaje discreto”.

Exposición Militar “La Gran Fuerza de México” en el Monumento a la Revolución / Cortesía | GOB. MÉXICO

En medio de la polémica por la extensión de las labores del Ejército en actividades públicas y en tareas de seguridad, el que es llamado por el presidente Andrés Manuel López Obrador “pueblo uniformado” tiene la encomienda de gestionar con los gobiernos locales la realización de eventos de acercamiento social como paseos dominicales, cabalgatas con asociaciones civiles y eventos de ciclismo de ruta.

Los días jueves de cada semana, el documento instruye “invitar a escuelas de educación básica para que presencien los honores a la bandera, así como la lista y parte que se realizan en los organismos de este instituto armado”.

Otras actividades que pide la Sedena a sus voceros en la nueva estrategia de comunicación social de la institución son las de organizar “conciertos presenciales en espacios turísticos o culturales”, y “flashmob” (acción organizada en la que un grupo de personas se reúne de repente en un lugar público y luego se dispersa rápidamente) con músicos militares”.

Para entrevistas con medios de comunicación, el manual castrense instruye a sus voceros “evitar hablar de temas sensibles o que no son competencia de la Sedena, que pudieran afectar la buena imagen del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.

También se exhorta a los portavoces militares a que en estas entrevistas con la prensa se evite “dañar la imagen de algún otro organismo público o privado, así como de personas y/o políticos”; “desprestigiar a corporaciones de seguridad” y no usar “relojes, pulseras, anillos o aditamentos en las manos”.

QUÉ HACER EN ENTREVISTAS

Después de toda entrevista con algún medio de comunicación —de acuerdo con el manual de la Sedena—, los voceros deben entregar un cuestionario en el que tienen que responder a 44 preguntas sobre el desarrollo del diálogo con el o los periodistas.

En el cuestionario se pide responder si indicó al entrevistado que “evite emplear los términos Secretaría de la Defensa Nacional y/o Fuerzas Armadas, debiendo posicionar la frase Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.

Otra instrucción a los voceros del Ejército que concedan entrevistas es la de “evitar familiaridades con los periodistas a fin de que no sea cuestionado de otros temas fuera de lo autorizado”.

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La pregunta 23 del cuestionario que deben responder los voceros de la institución castrense después de las entrevistas con medios es: “¿Se ratificó al entrevistado que se apegue a las líneas comunicacionales autorizadas para la materialización del reportaje y/o entrevista?”.

En la pregunta 24 se pide al vocero militar responder si “gestionó ante el reportero la oportunidad de volver a grabar alguna parte de la entrevista en caso de que el entrevistado muestre nerviosismo o confusión con alguna pregunta que se le pueda hacer”.

Mostrar un escritorio con exceso de papeles o desarreglado durante entrevistas con medios, organizar clases de zumba y aeróbics dentro de los campos militares, o el uso de la botargaSargento Bravo” en las actividades castrenses, son algunas de las acciones del Ejército para fortalecer su imagen institucional.

En un documento interno del Ejército y la Fuerza Aérea titulado Guía Práctica para voceros del Ejército, el área de Comunicación Social de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) también instruye a los voceros “evitar el ‘off the record’ (confidencial o extraoficial) y evadir ‘el chacaleo’ (entrevistas de banqueta)”.

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También se exhorta a los voceros castrenses evitar repetir durante las entrevistas “palabras sensibles que son expuestas por los reporteros, tales como ‘problemas’, ‘obstáculos, ‘retos’, ‘adversidades’, ‘opinión’, entre otras”.

Que en las grabaciones de entrevistas —instruye la Sedena a sus voceros— “aparezca en el fondo personal relajando la disciplina (con las manos en las bolsas, usando teléfonos, platicando y jugando)”.

En el documento —que forma parte de los millones de correos electrónicos que fueron extraídos al Ejército por el grupo de hackers Guacamaya— también se pide que en las fotografías que se utilicen para la comunicación institucional figuren “personal de arma o servicio (mujeres y hombres) de buena presentación y complexión delgada”.

“Evitar que el personal militar con sobrepeso aparezca en el primer plano en ceremonias o eventos. No realizar tomas fotográficas a personal que dé mala presentación en su persona. En hombres: cabello corto, barba rasurada; no usar joyas ni relojes. En mujeres; cabello recogido, aretes y maquillaje discreto”.

Exposición Militar “La Gran Fuerza de México” en el Monumento a la Revolución / Cortesía | GOB. MÉXICO

En medio de la polémica por la extensión de las labores del Ejército en actividades públicas y en tareas de seguridad, el que es llamado por el presidente Andrés Manuel López Obrador “pueblo uniformado” tiene la encomienda de gestionar con los gobiernos locales la realización de eventos de acercamiento social como paseos dominicales, cabalgatas con asociaciones civiles y eventos de ciclismo de ruta.

Los días jueves de cada semana, el documento instruye “invitar a escuelas de educación básica para que presencien los honores a la bandera, así como la lista y parte que se realizan en los organismos de este instituto armado”.

Otras actividades que pide la Sedena a sus voceros en la nueva estrategia de comunicación social de la institución son las de organizar “conciertos presenciales en espacios turísticos o culturales”, y “flashmob” (acción organizada en la que un grupo de personas se reúne de repente en un lugar público y luego se dispersa rápidamente) con músicos militares”.

Para entrevistas con medios de comunicación, el manual castrense instruye a sus voceros “evitar hablar de temas sensibles o que no son competencia de la Sedena, que pudieran afectar la buena imagen del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.

También se exhorta a los portavoces militares a que en estas entrevistas con la prensa se evite “dañar la imagen de algún otro organismo público o privado, así como de personas y/o políticos”; “desprestigiar a corporaciones de seguridad” y no usar “relojes, pulseras, anillos o aditamentos en las manos”.

QUÉ HACER EN ENTREVISTAS

Después de toda entrevista con algún medio de comunicación —de acuerdo con el manual de la Sedena—, los voceros deben entregar un cuestionario en el que tienen que responder a 44 preguntas sobre el desarrollo del diálogo con el o los periodistas.

En el cuestionario se pide responder si indicó al entrevistado que “evite emplear los términos Secretaría de la Defensa Nacional y/o Fuerzas Armadas, debiendo posicionar la frase Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.

Otra instrucción a los voceros del Ejército que concedan entrevistas es la de “evitar familiaridades con los periodistas a fin de que no sea cuestionado de otros temas fuera de lo autorizado”.

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La pregunta 23 del cuestionario que deben responder los voceros de la institución castrense después de las entrevistas con medios es: “¿Se ratificó al entrevistado que se apegue a las líneas comunicacionales autorizadas para la materialización del reportaje y/o entrevista?”.

En la pregunta 24 se pide al vocero militar responder si “gestionó ante el reportero la oportunidad de volver a grabar alguna parte de la entrevista en caso de que el entrevistado muestre nerviosismo o confusión con alguna pregunta que se le pueda hacer”.

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