/ sábado 8 de julio de 2023

Cancelan norma de cascos seguros para motociclistas

La representante de la Unión Internacional por la Defensa de Motociclistas lamenta que no se proteja al usuario final; pide certificación a precios accesibles

La Secretaría de Salud determinó cancelar la Norma Oficial Mexicana (NOM) que define las especificaciones de seguridad, métodos de prueba y etiquetado para los cascos de motociclistas que se usan y comercializan en México.

A pesar de que los accidentes viales de motociclistas están considerados como un problema de salud pública en México, el gobierno de la Cuatroté determinó eliminar en este año la norma que establece los criterios mínimos de seguridad para la prevención y atención inmediata de lesiones en la cabeza: la NOM 206-SCFI/SSA2 de 2018.

Puede interesarte: Se dispara 504% la remisión de motos a corralones de la capital

Considerar una visión periférica, pasar pruebas para medir la atenuación de impacto y revisiones aleatorias son parte de las condiciones para obtener un certificado para cascos de seguridad de motociclistas.

De acuerdo con esta norma, utilizar un casco de seguridad certificado disminuye el riesgo y severidad de las lesiones en 72 por ciento y reduce la posibilidad de muerte hasta en 39 por ciento, según la velocidad del impacto, así como los costos en salud relacionado con estos accidentes.

Adriana Silvia Peña, de la presidencia colegiada de Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y Área Metropolitana y representante de la de la Unión Internacional por la Defensa de Motociclistas, dijo que existe preocupación entre las agrupaciones por la contradicción de las autoridades federales.

Explicó que mientras se mantiene un diálogo permanente en la Ciudad de México y con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para construir esquemas de seguridad y una política pública para reducir el número de accidentes en el país, se da marcha atrás a la norma.

Aseguró que las agrupaciones buscan contar con una norma aplicable, con un laboratorio de certificación de los cascos y hasta impulsar una industria mexicana, porque hoy todos los casos son de importación o piratas, mientras que la Secretaría de Salud va en contra y propuso la cancelación de la norma.

Silva Peña comentó que desde hace varios años “se le viene dando vueltas al tema del casco, al grado de que se ha propuesto que México sea productor de calidad y se pudiera crear el laboratorio que haga las pruebas para que lo que se venda en el país cumpla con la calidad aceptable, que realmente proteja al usuario final, pero lamentablemente no lo tenemos”.

Refirió que todos los cascos de alta gama de seguridad son de importación, mientras en la escala más baja del mercado la mayoría de los cascos son de procedencia asiática: “chinos”, “hechizos”, “clones” o “piratas” que incrementan las tasas de mortalidad y discapacidad de los usuarios de motos.

La Encuesta Nacional de Salud Pública 2022 indica que al año ocurren 1.6 millones de accidentes de tipo vial y los de motocicletas están entre los primeros tres lugares.

Según estadísticas de aseguradoras, como GNP, los accidentes de tránsito causan 1.2 millones de defunciones anuales y de estos, 23 por ciento de los fallecimientos se concentran en los motociclistas.

La mayoría de los que aplicaron la prueba desconocían las reglas de tránsito. // FOTO: Daniel Galeana | El Sol de México

Silva Peña dijo que el caso de los accidentes aumenta, en particular entre las mujeres y los niños. “Pese a que el Reglamento de Tránsito plantea que no deben viajar menores de 12 años de edad, no más de dos personas por vehículo y que quien maneja debe tener mayoría de edad, eso no se cumple”.

La industria automotriz calcula que el uso de las motocicletas en México creció cinco veces en los últimos cinco años, y también aumentaron los accidentes y decesos, entre otras causas, por no utilizar un casco adecuado.

El pasado 1 de junio la Secretaría de Salud emitió el listado de normas a cancelar en este año, entre ellas la NOM 206-SCFI/SSA2 de 2018.

Los accidentes no son exclusivos del tránsito urbano, también ocurren en carreteras federales. A decir de la SICT, desde el año 2000 la presencia de motocicletas aumenta año con año junto con las muertes de motociclistas. En ese año se registraron 158 motociclistas fallecidos en carreteras federales y para 2016, hubo mil 825. La mitad de los motociclistas fallecidos tenían entre 25 y 34 años.

Durante el año 2020 en carreteras federales, a pesar del confinamiento sanitario, se registraron mil 154 siniestros en los cuales estuvieron motocicletas involucradas; 72 colisiones más con respecto al 2019.

La media nacional de la participación de la motocicleta en los siniestros sea como responsable o involucrado, es de 6.3 por ciento, los estados con porcentajes superiores a 10 por ciento fueron Sinaloa, Yucatán, Colima y Quintana Roo.

Al conocer de la propuesta de cancelación de la norma, los Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y Área Metropolitana solicitaron información a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, que encabeza Hugo López-Gatell, sólo que hasta ahora no tuvieron una respuesta oficial, salvo que su inclusión en ese listado “fue un error”.

“Yo misma solicité información oficial y hasta ahora no tenemos respuesta”, comentó Adriana Silvia Peña, en entrevista con El Sol de México.

Refirió que en la llamada Coalición del Casco, en la que participan empresarios, motociclistas organizados y dependencias federales, se busca desde el año pasado fortalecer una estrategia de seguridad para los usuarios de esos vehículos y uno de los puntos es la certificación de seguridad de cascos de calidad a precios accesibles.

La actual norma vigente señala que corresponde al Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud reportar el número de incidentes de motociclistas en el país.

Según esa normativa “el casco de seguridad debe permitir una visión periférica libre de al menos 105 grados a cada uno de los lados del plano medio sagital, cuando el casco de seguridad es ajustado, habiendo colocado la carga estática de 4.5 kilos”.

Las certificaciones evaluarán los conocimientos teóricos y prácticos de los conductores. / Foto: Roberto Hernández | El Sol de México

Ese equipo debe privilegiar la visibilidad si se incluyen aditamentos como viseras, máscaras o cortina para el cuello. “No deben limitar la protección del casco de seguridad o reducir el campo de visión, ni significar un riesgo para el conductor o acompañante de motocicleta”.

Mientras que la especificación de la etiqueta de los cascos debe ser veraz, describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor con respecto a la naturaleza y características del producto.

De forma visible debe tener colocada una advertencia sobre posibles daños que deterioren su seguridad.

Diego Méndez, un empleado de una de las boutiques para bikers más prestigiosas de la Ciudad de México, ubicada en Polanco, afirmó que al no haber alguna empresa mexicana de cascos los aficionados a las motocicletas buscan productos de importación que cumplan las normas de Europa, que es muy rigurosa, y de los Estados Unidos.

“No hay fabricantes en México y quienes dicen ser fabricantes no se maquilan aquí, en realidad son asiáticas y se comercializan a nivel nacional”.

Es por ello que empresas aseguradoras como GNP establecen en sus cláusulas que “si un motociclista utiliza correctamente un casco certificado de acuerdo con las normas ECE y DOT (europea y estadounidense), puede reducir en 40 por ciento el riesgo de morir en un accidente de tránsito y, al mismo tiempo, las posibilidades de sufrir una lesión severa se reducen en 70 por ciento”.

De acuerdo con Méndez, “las personas buscan más una marca o evitar la multa y no la seguridad”. Comentó que los casos de alta gama llegan a tener precios que van desde los 13 mil hasta los 45 mil pesos. En lugares de venta de cascos en el Centro de la Ciudad de México, en Eje Central, un casco sencillo va desde los 900 pesos a los tres mil 500 pesos.

“No les importa la seguridad, muchos se van por el estilo, el precio, buscan lo más económico, pero lo que no sabemos es si cumplen la norma, no tienen pruebas de laboratorio”, dijo Méndez, quien ya se convirtió en asesor de equipo premium.

Consideró que una persona que compró una motocicleta de 25 mil pesos no tiene posibilidades de invertir 35 mil pesos en un casco, por lo que adquirir una protección segura y certificada para la cabeza sólo es para el segmento de alta gama, con vehículos de cilindraje alto.

La sugerencia para comprar un buen casco no sólo es de las especificaciones que señale la norma, comentó que también cuenta si el producto se exhibe a la intemperie, pues degrada el tiempo de vida y los materiales, lo que le resta seguridad equipo, “pero se compra para evitar la multa”.

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Describió que todas las marcas de cascos tienen un promedio de vida de cinco años, considerando los factores que degradan la parte externa: sol, lluvia, golpes y accidentes; y en la parte interna la transpiración, el PH de la persona, la acidez, la limpieza y conservación.

Adriana Silva Peña agregó que en la Coalición del Casco impulsan acciones preventivas y que en el caso de la Ciudad de México se prevé que en agosto se lance una campaña más agresiva de señalización georreferenciada, en particular en zonas donde ocurre el mayor número de accidentes.

La Secretaría de Salud determinó cancelar la Norma Oficial Mexicana (NOM) que define las especificaciones de seguridad, métodos de prueba y etiquetado para los cascos de motociclistas que se usan y comercializan en México.

A pesar de que los accidentes viales de motociclistas están considerados como un problema de salud pública en México, el gobierno de la Cuatroté determinó eliminar en este año la norma que establece los criterios mínimos de seguridad para la prevención y atención inmediata de lesiones en la cabeza: la NOM 206-SCFI/SSA2 de 2018.

Puede interesarte: Se dispara 504% la remisión de motos a corralones de la capital

Considerar una visión periférica, pasar pruebas para medir la atenuación de impacto y revisiones aleatorias son parte de las condiciones para obtener un certificado para cascos de seguridad de motociclistas.

De acuerdo con esta norma, utilizar un casco de seguridad certificado disminuye el riesgo y severidad de las lesiones en 72 por ciento y reduce la posibilidad de muerte hasta en 39 por ciento, según la velocidad del impacto, así como los costos en salud relacionado con estos accidentes.

Adriana Silvia Peña, de la presidencia colegiada de Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y Área Metropolitana y representante de la de la Unión Internacional por la Defensa de Motociclistas, dijo que existe preocupación entre las agrupaciones por la contradicción de las autoridades federales.

Explicó que mientras se mantiene un diálogo permanente en la Ciudad de México y con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para construir esquemas de seguridad y una política pública para reducir el número de accidentes en el país, se da marcha atrás a la norma.

Aseguró que las agrupaciones buscan contar con una norma aplicable, con un laboratorio de certificación de los cascos y hasta impulsar una industria mexicana, porque hoy todos los casos son de importación o piratas, mientras que la Secretaría de Salud va en contra y propuso la cancelación de la norma.

Silva Peña comentó que desde hace varios años “se le viene dando vueltas al tema del casco, al grado de que se ha propuesto que México sea productor de calidad y se pudiera crear el laboratorio que haga las pruebas para que lo que se venda en el país cumpla con la calidad aceptable, que realmente proteja al usuario final, pero lamentablemente no lo tenemos”.

Refirió que todos los cascos de alta gama de seguridad son de importación, mientras en la escala más baja del mercado la mayoría de los cascos son de procedencia asiática: “chinos”, “hechizos”, “clones” o “piratas” que incrementan las tasas de mortalidad y discapacidad de los usuarios de motos.

La Encuesta Nacional de Salud Pública 2022 indica que al año ocurren 1.6 millones de accidentes de tipo vial y los de motocicletas están entre los primeros tres lugares.

Según estadísticas de aseguradoras, como GNP, los accidentes de tránsito causan 1.2 millones de defunciones anuales y de estos, 23 por ciento de los fallecimientos se concentran en los motociclistas.

La mayoría de los que aplicaron la prueba desconocían las reglas de tránsito. // FOTO: Daniel Galeana | El Sol de México

Silva Peña dijo que el caso de los accidentes aumenta, en particular entre las mujeres y los niños. “Pese a que el Reglamento de Tránsito plantea que no deben viajar menores de 12 años de edad, no más de dos personas por vehículo y que quien maneja debe tener mayoría de edad, eso no se cumple”.

La industria automotriz calcula que el uso de las motocicletas en México creció cinco veces en los últimos cinco años, y también aumentaron los accidentes y decesos, entre otras causas, por no utilizar un casco adecuado.

El pasado 1 de junio la Secretaría de Salud emitió el listado de normas a cancelar en este año, entre ellas la NOM 206-SCFI/SSA2 de 2018.

Los accidentes no son exclusivos del tránsito urbano, también ocurren en carreteras federales. A decir de la SICT, desde el año 2000 la presencia de motocicletas aumenta año con año junto con las muertes de motociclistas. En ese año se registraron 158 motociclistas fallecidos en carreteras federales y para 2016, hubo mil 825. La mitad de los motociclistas fallecidos tenían entre 25 y 34 años.

Durante el año 2020 en carreteras federales, a pesar del confinamiento sanitario, se registraron mil 154 siniestros en los cuales estuvieron motocicletas involucradas; 72 colisiones más con respecto al 2019.

La media nacional de la participación de la motocicleta en los siniestros sea como responsable o involucrado, es de 6.3 por ciento, los estados con porcentajes superiores a 10 por ciento fueron Sinaloa, Yucatán, Colima y Quintana Roo.

Al conocer de la propuesta de cancelación de la norma, los Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y Área Metropolitana solicitaron información a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, que encabeza Hugo López-Gatell, sólo que hasta ahora no tuvieron una respuesta oficial, salvo que su inclusión en ese listado “fue un error”.

“Yo misma solicité información oficial y hasta ahora no tenemos respuesta”, comentó Adriana Silvia Peña, en entrevista con El Sol de México.

Refirió que en la llamada Coalición del Casco, en la que participan empresarios, motociclistas organizados y dependencias federales, se busca desde el año pasado fortalecer una estrategia de seguridad para los usuarios de esos vehículos y uno de los puntos es la certificación de seguridad de cascos de calidad a precios accesibles.

La actual norma vigente señala que corresponde al Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud reportar el número de incidentes de motociclistas en el país.

Según esa normativa “el casco de seguridad debe permitir una visión periférica libre de al menos 105 grados a cada uno de los lados del plano medio sagital, cuando el casco de seguridad es ajustado, habiendo colocado la carga estática de 4.5 kilos”.

Las certificaciones evaluarán los conocimientos teóricos y prácticos de los conductores. / Foto: Roberto Hernández | El Sol de México

Ese equipo debe privilegiar la visibilidad si se incluyen aditamentos como viseras, máscaras o cortina para el cuello. “No deben limitar la protección del casco de seguridad o reducir el campo de visión, ni significar un riesgo para el conductor o acompañante de motocicleta”.

Mientras que la especificación de la etiqueta de los cascos debe ser veraz, describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor con respecto a la naturaleza y características del producto.

De forma visible debe tener colocada una advertencia sobre posibles daños que deterioren su seguridad.

Diego Méndez, un empleado de una de las boutiques para bikers más prestigiosas de la Ciudad de México, ubicada en Polanco, afirmó que al no haber alguna empresa mexicana de cascos los aficionados a las motocicletas buscan productos de importación que cumplan las normas de Europa, que es muy rigurosa, y de los Estados Unidos.

“No hay fabricantes en México y quienes dicen ser fabricantes no se maquilan aquí, en realidad son asiáticas y se comercializan a nivel nacional”.

Es por ello que empresas aseguradoras como GNP establecen en sus cláusulas que “si un motociclista utiliza correctamente un casco certificado de acuerdo con las normas ECE y DOT (europea y estadounidense), puede reducir en 40 por ciento el riesgo de morir en un accidente de tránsito y, al mismo tiempo, las posibilidades de sufrir una lesión severa se reducen en 70 por ciento”.

De acuerdo con Méndez, “las personas buscan más una marca o evitar la multa y no la seguridad”. Comentó que los casos de alta gama llegan a tener precios que van desde los 13 mil hasta los 45 mil pesos. En lugares de venta de cascos en el Centro de la Ciudad de México, en Eje Central, un casco sencillo va desde los 900 pesos a los tres mil 500 pesos.

“No les importa la seguridad, muchos se van por el estilo, el precio, buscan lo más económico, pero lo que no sabemos es si cumplen la norma, no tienen pruebas de laboratorio”, dijo Méndez, quien ya se convirtió en asesor de equipo premium.

Consideró que una persona que compró una motocicleta de 25 mil pesos no tiene posibilidades de invertir 35 mil pesos en un casco, por lo que adquirir una protección segura y certificada para la cabeza sólo es para el segmento de alta gama, con vehículos de cilindraje alto.

La sugerencia para comprar un buen casco no sólo es de las especificaciones que señale la norma, comentó que también cuenta si el producto se exhibe a la intemperie, pues degrada el tiempo de vida y los materiales, lo que le resta seguridad equipo, “pero se compra para evitar la multa”.

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Describió que todas las marcas de cascos tienen un promedio de vida de cinco años, considerando los factores que degradan la parte externa: sol, lluvia, golpes y accidentes; y en la parte interna la transpiración, el PH de la persona, la acidez, la limpieza y conservación.

Adriana Silva Peña agregó que en la Coalición del Casco impulsan acciones preventivas y que en el caso de la Ciudad de México se prevé que en agosto se lance una campaña más agresiva de señalización georreferenciada, en particular en zonas donde ocurre el mayor número de accidentes.

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