Alrededor de 4 mil personas en Baja California viven con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la mayoría en un estado controlado, indicó el responsable del programa estatal sobre VIH-SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual, César Andrés Reynoso Armenta.

En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se conmemora hoy, resaltó que del total de pacientes registrados con la enfermedad en el estado, alrededor de 3 mil 500 se encuentran en un estado de supresión viral, lo que significa que su enfermedad está controlada y pueden continuar con sus actividades diarias.

El virus del VIH se transmite por contacto sexual o por consumo de drogas intravenosas y en su fase más avanzada puede causar el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y graves daños al sistema inmunológico.

“No discrimina preferencias sexuales; cualquier persona que tenga relaciones sexuales con contacto anal receptivo tiene un mayor riesgo de padecer la enfermedad; incluso las relaciones heterosexuales corren riesgo de contraer la infección”.

Según cifras de la Secretaría de Salud, el grupo de edad en donde se presentan más casos de VIH es entre los 30 y 40 años, aunque se estima que cerca de 900 personas con este virus en el estado tienen más de 50.

Si bien el VIH no tiene una cura actualmente, Reynoso Armenta puntualizó que existen tratamientos que pueden lograr que el paciente viva su vida con normalidad y llegar al punto en que el virus se vuelva indetectable e intransmisible.

De acuerdo al especialista, un paciente que se detecta a tiempo y cumple seis meses con tratamiento ininterrumpido logra un 95% de supresión viral, lo que eleva su posibilidad de sobrevida hasta en un 90% a comparación con otros casos.

“Es un paciente controlado al que no le va a dar SIDA; realmente el paciente no se muere de VIH, se muere de SIDA, que son las manifestaciones clínicas de la enfermedad.

“El VIH es solamente el virus; hoy por hoy el VIH no es una sentencia de muerte como lo era antes, es una enfermedad crónica”.

En Baja California, la atención a pacientes con VIH-SIDA se da en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), que se encuentran en Mexicali, Tijuana y Ensenada.

Los centros ofrecen, además del tratamiento para la enfermedad, atención de salud dental y emocional para los pacientes con VIH, pues de acuerdo al experto este sector es vulnerable a trastornos depresivos y otras enfermedades como diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.

TRATAMIENTO PREVENTIVO

Además de los cuidados tradicionales para evitar la transmisión de VIH-SIDA, como es el uso de condón, en Baja California existe la posibilidad de solicitar un tratamiento de profilaxis preexposición (PrEP), el cual reduce la posibilidad de contraer VIH.

De acuerdo a Reynoso Armenta, este tratamiento consiste en el uso de medicamentos antes o después de una relación sexual de riesgo, los cuales se entregan de forma completamente gratuita al público.

Según aseguró el experto, si el medicamento se toma a las 72 horas de que ocurra la relación de riesgo, existe entre un 96 y 99% de eficacia para evitar el contagio de VIH.

“En años previos estaba la indicación de que si eras personal de Salud y te picabas con una aguja, si eres una persona que sufrió de violencia sexual puedes usar la PrEP; hoy por hoy, si tu eres cualquier civil en una situación de riesgo que requiera el tratamiento, puede ir a urgencias y recibirlo”.

Actualmente, este medicamento se encuentra disponible sólo en los centros CAPASITS de Mexicali, Tijuana y Ensenada, aunque se espera en un futuro que se reparta también en el Hospital General de Tijuana.

AVANZAN CONTRA ESTIGMA

A pesar de que todavía existe un estigma marcado en contra de las personas diagnosticadas con VIH-SIDA, el trato que se les da a estos pacientes ha mejorado desde la primera aparición de la enfermedad en la década de los 80.

Esta es la impresión de la doctora Julia Dolores Estrada Guzmán, quien durante 33 años trató a pacientes con VIH, incluso en las épocas en donde no existía un tratamiento.

“Vimos partir a muchos jóvenes con las infecciones oportunistas que nosotros podíamos atender, y ahora es un gusto, un placer ver como los avances científicos y tecnológicos han permitido disponer de medicamentos, que han realmente modificado la historia natural de esta enfermedad y permitir a los pacientes que se recuperen”.

La especialista recordó que sobre todo en los primeros años de la enfermedad existía un marcado estigma en contra, pero considera que esto ha cambiado gracias a la concientización que se ha hecho.

Asimismo, puntualizó que los conocimientos que se han obtenido en los últimos años sobre la enfermedad y el avance en el tratamiento ha ayudado a que las personas ya no teman acercarse a los pacientes, incluso hablando del personal médico.

“La gente se refería de forma despectiva a los pacientes, ‘es un sidoso’, ‘es un paciente…’; muy al principio hasta no querían entrar a dejar comida en el hospital a los pacientes, por el desconocimiento, pues toda la gente tenía miedo de acercárseles”.

La especialista, quien además dio clases de infectología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), expresó su esperanza de que próximamente se desarrolle una cura para este virus.