Vigila Beta 4 rutas de migración

Los traficantes de personas no se tocan el corazón para abandonar a los migrantes que no vienen en condiciones físicas óptimas y se agotan.

Érika Gallego

  · domingo 7 de octubre de 2018

Nefi Ramírez García, coordinador del grupo en Mexicali. Foto: Érika Gallego

Con nueve elementos, el grupo BETA, formado hace 21 años para la protección de los migrantes, vigila en Mexicali los cuatro sitios por donde esta población intenta hacer realidad el sueño americano, cada una con peligros distintos.

En 1990 en Baja California se creó como programa piloto un grupo dedicado a auxiliar a los migrantes que eran víctimas de la delincuencia durante su tránsito por territorio mexicano, así nació BETA, que ahora tiene presencia en nueve entidades del país.

Nefi Ramírez García, coordinador del grupo en Mexicali, indicó que la función de rescate se hace todo el año, ya que el movimiento migratorio no se detiene, aunque hay temporadas más complicadas y riesgosas como el verano.

La agrupación al año llega a rescatar en la ciudad hasta a 200 migrantes en condiciones de riesgo.

“Los retos que viven los migrantes para poder pasar son variados, dependiendo de la temporada y el lugar por donde quieran cruzar”.

El grupo Beta en Mexicali concentra su vigilancia en cuatro puntos con presencia de migrantes: en la zona Poniente, por el área de El Centinela, al Oriente por donde también buscan ingreso, hacia el Sur siguiendo las vías del tren desde Ciudad Coahuila (Kilómetro 57) y la zona urbana donde el cerco fronterizo recién modificado representa peligro.



“En riesgo de altura no solo nos referimos a algún barranco, sino al mismo cerco que se convierte ahora en un riesgo, una caída de una altura superior a 3 metros es riesgosa”.

Ramírez García señaló que con frecuencia los migrantes son abandonados por las personas a las que pagan como guías y en esos casos intervienen los elementos del Grupo Beta.

“Ese es otro riesgo, los migrantes no vienen en condiciones físicas óptimas y sufren el abandono una vez que ven que no pueden y se agotan, la gente que se dedica al tráfico de personas no se toca el corazón para dejarlos, simplemente los abandonan”.



Por último, señaló que la labor de rescate se brinda sin distinción para migrantes mexicanos o extranjeros y aseguró que no se ponen a disposición de ninguna autoridad más que de personal médico en caso de que requieran atención especializada.