El Vía Crucis Viviente inició a las 9:30 horas. El obispo José Isidro Guerrero Macías encabezó esta actividad, considerada la más importante de la celebración de la Semana Santa, cuyas fechas varían cada año en el calendario litúrgico.
La escenificación del Vía Crucis comprende 14 estaciones: Inicia con la llegada al jardín sagrado, la traición de Judas Iscariote, la detención de Jesús para ser llevado a juicio ante Poncio Pilatos. También se representa el Monte Calvario, donde Jesús es crucificado una vez condenado. En este lugar dos ladrones, Dimas y Gestas, le piden a Jesús que se salve a sí mismo. En su agonía exclama: “Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen” y antes de fallecer expresa: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Para monseñor Guerrero Macías el Vía Crucis resalta la fe de los católicos en la entrega de Dios por medio del sacrificio de su Hijo para salvar a toda la humanidad.
En la última estación, el cuerpo de Jesús es entregado a su familia y los apóstoles y es puesto en el sepulcro, de donde tres días después resucitaría.
LUTO POR EL REDENTOR
Tras la celebración del Viernes Santo, se lleva a cabo la adoración a la cruz con una procesión nocturna que recuerda el luto por la muerte del Redentor.
Para el padre Ernesto Ruiz, el Vía Crucis es una de las representaciones más simbólicas de este día.
“El viernes es el día en que muere nuestro Señor Jesucristo, de mucho tiempo atrás se ha escenificado la muerte del Señor, así como en este tiempo se hace la celebración de las siete palabras, donde el sacerdote hace una reflexión de las siete palabras que Jesús hizo en la cruz”.
El Jueves Santo recuerda la institución de la Eucaristía y el sacerdocio y el lavatorio de los pies, que recuerda la lección de humildad que dio Jesús a sus apóstoles.
Resaltó que con esta escenificación se busca reconocer la cruz como el instrumento de salvación, “por eso besamos la cruz como signo de agradecerle al Señor que haya muerto por nosotros”.
Mañana, Sábado de Gloria, se celebrará a las 20:00 horas en la mayoría de las iglesias la Vigilia Pascual, que recuerda la Resurrección de Jesús y ofrece a los fieles católicos la oportunidad de renovar su fe en Cristo.