Para Elizabeth Valles, quien trabaja en el módulo del cobijero de las Fiestas del Sol, el acomodo de este “stand” debe ser similar al de un escenario, ya que a través de ese espacio los transeúntes pueden observar los distintos diseños que tienen a la venta.
La originaria de Tlaxcala señaló que lograr que sea vistoso el área puede llegar a tardar hasta siete horas el montaje de la mercancía, toda vez que al comercializar cobijas y cobertores, el manejo de estos artículos es muy cansado, al ser estos tan cálidos y pesados.
Las cobijas y cobertores son doblados por tipo, mientras otros se ponen de muestra extendidos, de la misma forma en que se observan en las galerías las pinturas.
Estos productos realizados de forma artesanal vienen del estado de Santa Ana, Chiautempan, exactamente de una fábrica textil en donde bordan a mano y todavía utilizan la técnica que se realiza con el pie, dijo Elizabeth. “Le pedalean todavía”.
Pero lo que más disfrutan los cachanillas, reconoció, es pasar a escuchar el monólogo del cobijero, ya que el estilo en el que habla es tradicional en las distintas ferias en donde se ofrece la venta de estos productos.
La mejor parte de su trabajo, dijo la vendedora, es poder dejar en alto el nombre de Tlaxcala y ofrecerle lo mejor que se hace en ese estado. “Tengo 28 años, empecé a los 14 años mi vida en las ferias, esta es mi casa”.
En Mexicali las cobijas con imágenes de superhéroes son las que más se venden Manejan más de 100 clases de cobertores.