Ven tema político-electoral y técnico en conflicto de agua en Chihuahua

No hay necesidad de renegociar el tratado de aguas de 1944 entre Estados Unidos y México

Alejandro Domínguez | La Voz de la Frontera

  · miércoles 23 de septiembre de 2020

Foto: Cortesía | @ agua.gob.mx

No hay necesidad de renegociar el tratado de aguas de 1944 entre Estados Unidos y México, ya que los déficit están contemplados en el documento y se pueden pagar en el próximo quinquenio, lo que sí hay un tema político-electoral de ambos lados de la frontera y un desorden en la política hidroagrícola nacional.

Lo anterior lo manifestó el investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Alfonso Cortés Lara, al hacer referencia de la nota publicada ayer en LA VOZ DE LA FRONTERA, referente a que el director para América del Norte de la cancillería mexicana, Roberto Velasco.

En la nota, el funcionario federal advirtió que si no se cubre el déficit en la entrega de 319 millones de metros cúbicos a Estados Unidos, este puede solicitar la revisión del tratado.

El investigador del Colef rechazó que el simple hecho de que haya un déficit en la entrega de agua del Río Bravo a Estados Unidos, se vaya a modificar el tratado de aguas, ya que estas declaraciones tan agresivas son muy características del Partido Republicano en época de elecciones.

Tampoco es algo que vaya a afectar a la dotación de agua que entrega anualmente Estados Unidos a México, del Río Colorado, ya que es muy difícil

Ya que a pesar de tratarse de un mismo documento, se divide en 3 cuentas distintas como son el Río Tijuana, el Colorado y Bravo, y no hay relación entre ellas, además, no le conviene ni a Estados Unidos ni a México, renegociar el tratado.

Cortés Lara comentó que las negociaciones para el tratado de límites y aguas datan del tratado Guadalupe-Hidalgo, del año 1848 en que se establecieron los límites entre ambos países, por lo que los siguientes 50 años fueron de conflicto, y casi la primera mitad del Siglo XX, se fue en negociaciones.

Lo único que se puede hacer en el caso de Chihuahua, es hacer adecuaciones, tal y como se hizo en el caso del Río Colorado, en el que se establecía una entrega de 1 mil 850 metros cúbicos de agua anuales, y de 2 mil 200 millones de metros cúbicos de agua cuando había excedentes, pero esto último se eliminó por la sequía.

En el caso de Chihuahua, se establece que si existen déficit en la entrega de agua a Estados Unidos, este puede pagarse el próximo quinquenio, es decir, el presente quinquenio termina el 24 de octubre del 2020, y terminará con un déficit en las entregas de 35 millones de metros cúbicos.

Sin embargo, el tratado prevé estos déficits, por lo que México podrá pagarlo el próximo quinquenio que iniciará próximamente, por lo que sin problema podrá dar el agua en el 2021, o el 2022, es decir, el presente quinquenio inició en 2015 con un déficit de más de 325 millones de metros cúbicos, mismos que fueron pagados en 2016.

Consecuencia

Lo que sí es cierto, es que si en este quinquenio se paga el citado déficit, se afectará la superficie a sembrar en el próximo ciclo agrícola, aseguró Cortés Lara.

Lo anterior, debido a que hay un desorden en la cédula de cultivo, ya que hay una excesiva siembra de nogal y de alfalfa, que son cultivos que requieren de mucha agua, lo que refleja la descoordinación que existe entre la Secretaría de Agricultura federal y la Conagua.

Además, existe mucho robo de agua por parte los nogaleros y alfalferos, tanto en agua subterránea como del Río Conchos, que es el afluente por el que se paga la cuota a Estados Unidos.

El investigador del Colef señala a estos mimos productores agrícolas, que son los que acaparan el agua y perjudican a los agricultores que se encuentran aguas abajo.

Observó que en Delicias se concentran los productores priistas, en Camargo los del PAN y en Ojinaga, son mixtos, por lo que el problema también se torna político.

Una de las soluciones al problema del agua en Chihuahua, es precisamente el reordenamiento en la política hidroagrícola, aseveró Cortés Lara.