Los cachanillas que intentan cruzar a Calexico de manera peatonal por la garita centro, deben pasar un viacrucis para llegar al sótano del Indaabin y luego hacer fila para entrar hasta las oficinas de la Aduana americana; esto después de haber sido cerrado el pasaje especial con cobertizo para los transeúntes.
Los riesgos de sufrir algún asalto o accidente son altos porque falta iluminación y vigilancia nocturna, pero además se carece de señalamientos y se cuenta con banquetas en mal estado.
El martes pasado por la noche se canceló ese ingreso con un cerco de malla verde, soldado, porque se busca seguir trabajando en las vialidades que conecten la Colón Oriente con el puerto fronterizo Río Nuevo, pues en septiembre dejará de operar la garita de Mexicali a Calexico.
Sin previsión
Luego de un recorrido realizado por la zona, LA VOZ DE LA FRONTERA constató que no se hizo nada para adecuar el área, previo a la cancelación de dos accesos al túnel que conectan directamente con las oficinas de la Aduana estadounidense.
Un triste señalamiento hecho en una hoja blanca fue lo único que se pudo observar, una flecha al centro indicaba a los mexicalenses que llegaban por el Hotel del Norte, por la calle Melgar, hacia dónde debían transitar.
Usuarios de la rampa para personas con discapacidad denunciaron que las lámparas no estaban funcionando, sólo un foco, encendido día y noche, servía para guiar a quienes transitan por ahí. Ésa es zona federal y corresponde al Indaabin su mantenimiento, igual que el área del túnel que se encuentra a media luz, porque algunos focos están fundidos, por lo menos hasta ayer.
Locatarios indicaron que en el día hay algunos guardias que hacen rondines, pero que por la noche no han observado que haya seguridad, por lo que han recibido quejas por parte de sus clientes cuando llegan a hacer sus compras.
Además, las banquetas de la acera López Mateos, por donde están las farmacias, se encuentran en malas condiciones, así como las del acceso por el callejón Zorrilla. También falta orientación de tránsito de apoyo para guiar la bajada y subida de usuarios de taxis, así como las personas que llegan en sus vehículos directamente a la rampa de ingreso a los túneles.
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El caos
La falta se señalamientos generó un caos entre quienes buscaban ingresar al túnel, ayer por la mañana.
Los caminantes desorientados, muchos adultos mayores, cruzaban por plena calle López Mateos, en paralelo a la barda de seguridad del cobertizo desmantelado; otros atravesaban la vialidad sin esperar a que cambiara el semáforo, entre los carros.
Otros más, pensaban que el acceso a las escaleras pegado a las oficinas estaba abierto e ingresaban hasta la parte baja, y sorprendidos debían salir y dar más vueltas.
Así le pasó a una señora de alrededor de 80 años que con cuidado bajó las escaleras, pero que al llegar se topó con el cerco verde, que le impedía el paso, por lo que debió subir a paso lento cada escalón, luego cruzar a media calle hasta la rampa, para poder ingresar al túnel.
