En el marco del Día Internacional del personal de Enfermería, Juana Francisca Sánchez Córdova fue reconocida por la Secretaría de Salud en Baja California por su trayectoria, debido al trato con calidad y calidez que ofrece a los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Juanita, cómo prefiere que le digan, primero fue técnica en enfermería por el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica y después acreditó la licenciatura en Enfermería.
Ella labora en la Unidad Médica Familiar de la clínica 36, en Tijuana, sin embargo, viajó a Mexicali para recibir su reconocimiento en manos del Secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas.
Compartió que ella estudió y trabajó mientras a la par criaba a sus hijos, Priscila, Ramiro y David, asegurando que a pesar de la adversidad, se puede sacar adelante la profesión y a la familia a la vez.
“Nada es fácil en la vida, pero cuando tienes fija una meta, con mucha fé y amor puedes realizar la labor de mamá, esposa y profesionista”.
Relató que ella empezó a prestar sus servicios para el IMSS en 1999 y que desde entonces, ha tratado de ser eso que sus pacientes carecen, una mano amiga y en general, tener el corazón para atender lo que los enfermos necesitan.
Lo que la hizo decidirse por esa profesión, fue que a través de las necesidades que tenían sus seres queridos enfermos, identificó que hacía falta más personas que se dedicaran a la enfermería, pero con vocación.
“Cuando vi la necesidad, quería ayudar y mejorar la calidad de la atención al ver que un familiar no era bien atendido”.
Al recibir su reconocimiento, Juanita consideró que ahí se reflejó que su esfuerzo ha rendido buenos frutos a lo largo de su vida.
“Yo creo que es un premio, un regalo a todo el esfuerzo, a todo el amor con el que he hecho mi carrera profesional”.
A los que deseen dedicarse a la enfermería, les recomendó mantenerse centrados no solo en su salud, sino en el aspecto espiritual.
“Les aconsejo que tengan como base una disciplina espiritual yo le pido a Dios en tener la fortaleza para atender a mis pacientes; es Él, el que nos llama”, finalizó la enfermera.