El nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), debe entrar en operación para apoyar a las cadenas de suministro en América del Norte ante la caída sin precedentes de la economía por la pandemia del Coronavirus en 2020, opinó el investigador del Colegio de la Frontera Norte, Alejandro Díaz Bautista.
Explicó que existen muchas empresas estadounidenses, desde el aquellos que proveen de las máscaras N-95 de 3M, proveedores de bienes de gran necesidad, al igual que los contratistas de defensa, las cuales están preocupadas ante la posibilidad de que la respuesta de México al coronavirus pueda estar obstaculizando su capacidad de producir alimentos, productos médicos y otros artículos críticos y necesarios durante el 2020.
Es por ello que existe una necesidad urgente para que México pueda sincronizar su orientación con los Estados Unidos sobre lo que se considera esencial durante la pandemia, ya que cada vez es más claro que el cierre en México podría complicar los esfuerzos del presidente Donald Trump para reactivar la economía en lo que resta del 2020.
“El gobierno del presidente Trump todavía planea hacer cumplir la entrada del T-MEC o el 1 de julio en medio de las interrupciones económicas causadas por la pandemia COVID-19. Trump señaló que continuará con el acuerdo comercial firmado entre los tres países”.
El profesor investigador recordó que poco después de que 19 senadores del Comité de Finanzas exhortaran al Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, a retrasar el lanzamiento del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, el presidente Donald Trump giró instrucciones para que el T-MEC proceda según lo planeado originalmente.
“Este es un momento crucial para Norteamérica y para el mundo. Los gobiernos están trabajando con urgencia para dotar a los proveedores de atención médica y otros trabajadores de primera línea con los recursos que necesitan para salvar y proteger las vidas de nuestros conciudadanos”.
Añadió que Canadá y México certificaron el pasado 2 de abril que están preparados para implementar el nuevo acuerdo comercial de Norteamérica, dejando que solo Estados Unidos complete el último paso requerido antes de que el acuerdo entre en vigencia en los próximos meses.
Díaz Bautista recordó que el cambio en las reglas comerciales en América del Norte fue una de las promesas del Presidente Trump durante la campaña electoral a la presidencia en 2016, cuando el entonces candidato calificó al TLCAN o NAFTA como el peor acuerdo comercial de la historia de Estados Unidos.