La llegada masiva de ucranianos a Tijuana que buscan asilo político en Estados Unidos trajo también la solidaridad de los ucranianos avecindados en el otro lado de la frontera, que vinieron hasta México para apoyar a sus conciudadanos.
Uno de ellos es Simon Wiliks, nacido en Ucrania, pero que tiene más de 23 años viviendo en Estados Unidos, en específico en el estado de Washington, al noroeste de la nación americana.
Simon no sabe nada del proceso migratorio, pero con su auto ha apoyado a decenas de sus paisanos, a quienes recoge en el aeropuerto y los lleva a la garita de San Ysidro para que inicie con el proceso de asilo político.
“Tengo un carro y quise ayudar y los tomó del aeropuerto para la frontera y esa es mi misión”, expresó.
Su labor no se limita a eso, igual auxilia con la preparación de alimentos, trae colchas y les responde preguntas acerca de la vida en Estados Unidos.
Aunque lleva más de dos décadas en la nación americana, desde la distancia ve como Mariupol, la ciudad en la que nació, ha sido prácticamente destruida por las fuerzas rusas.
“La guerra es horrible, no sé qué pasa. Los ucranianos perdimos amigos , casas, se siente horrible y con dolor. La vida nunca será la misma”, manifestó.
El hombre de origen ucraniano agradece el apoyo de Estados Unidos a sus paisanos, pero pide que abra sus fronteras aéreas para que sea más sencillo el acceso a ese país, además de que solicita que apoye con armas, para que el Ejército Ucraniano haga frente a las fuerzas armadas rusas.