Así como al inicio de cada ciclo escolar, los padres de familia se preocupan por surtir la lista de útiles y lo que se llevarán sus hijos en la lonchera, es primordial darle la justa y debida importancia a que los menores cuenten con un descanso reparador, con el cual pueden captar los nuevos conocimientos que están por adquirir.
Karla Erika Sing Polanco, directora de la Clínica del Sueño Morfeo, señaló que es importante que los menores cuenten con las horas de reparación de sueño, ya que en este tiempo de descanso se producen las hormonas del crecimiento y también las mismas que apoyan al desarrollo de sus capacidades intelectuales.
“La gente piensa que la cuestión del sueño no es tan importante como comprarles sus útiles escolares, uniformes u otros artículos y en realizar lo más importante es que el niño duerma y se alimente adecuadamente”.
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Los niños de entre 6 y 8 años deben de contar con entre 7 y 9 horas de sueño reparador, las cuales en nuestra cultura mexicana y más en la fronteriza no se llevan a cabo debido al acceso que tienen los infantes desde muy temprana edad a los teléfonos inteligentes y televisiones de alta definición, los cuales por lo general se utilizan dentro de la habitación y lo que a la larga puede generarles insomnio.
“Somos el primer lugar en el mundo donde los niños duermen en promedio tres horas menos de lo que deberían de dormir, por qué, porque los niños cuentan con smartphones y teléfonos de alta tecnología en el cual antes de dormirse está jugando con él o chateando”.
Señaló la especialista que los celulares y las pantallas de plasma irradian una luz azul, la cual genera la activación de una hormona dentro del cerebro, lo que impide que se genere el sueño profundo, mismo que al no generarse no activa la señalada hormona del crecimiento, haciendo que los menores no crezcan adecuadamente.
“Al no llegar a un sueño profundo, no se activa la hormona del crecimiento y por eso tenemos niños chaparritos y gorditos”.
La utilización de celulares, pantallas y la ingesta de alimentos ricos en grasas y con alto contenido calórico antes de dormir, también son factores que inhiben el sueño profundo, por lo que la doctora Sing Polanco exhortó a los padres de familia a crear hábitos saludables para su familia, así como fomentar una disciplina de alimentación y uso de la tecnología, los cuales además de apoyar a que ellos cuenten con el sueño reparador que requieren para una mejor atención en este inicio del ciclo escolar, coadyuvará en la prevención de uno de los males de este siglo, la obesidad.
“No contar con televisión y celulares dentro de la habitación, así como enseñarlos a tomar una cena ligera, evitar hamburguesas, pizzas, hot dogs porque todo eso es pesado, cuando la digestión es tan pesada tampoco se concilia el sueño; si queremos que nuestros hijos estén en peso, porque es saludable y los va a ayudar a no roncar y pasar buen sueño, si queremos que estén atentos a la escuela, hay que seguir estos consejos”.