Ante la crisis sanitaria, los comerciantes podrían regularizar sus ventas en diciembre o a principios de 2021 y solo reabrirán los más grandes, los del centro de la ciudad son más resistentes, están más acostumbrados a las crisis que los demás, los de los centros comerciales son más vulnerables.

Lo anterior lo manifestó Jorge Quintana Soto, comerciante del centro de la ciudad, que tuvo que cerrar su zapatería por consecuencia del Covid-19, señala que muchos negocios cerrarán, lo que sin duda beneficiará a los más grandes al tener menos competencia.

Mencionó que no cree que los comerciantes aguanten más de un mes esta situación, porque están cerrados y pagando el sueldo de los empleados, sobre todo los restaurantes.

“Los negocios más grandes son los que tienen más capacidad de aguantar y los que aguanten, son los que van a volver a abrir y a lo mejor les va mejor, porque no va a haber tanta competencia formal y los que estaban formales se van a ir a lo informal”.

Cuando abran los negocios de nueva cuenta lo harán endeudados o van a tener que invertir para comprar inventario, por lo que los negocios van a buscar cómo subsistir de una u otra manera o de plano se van a tener que dedicar a otra cosa.

Consideró que los negocios en el Centro Histórico van a resistir más que los ubicados en los centros comerciales como La Cachanilla o Sendero, ya que están más acostumbrados a las crisis, por lo que esta área subsistirá.

Una vez que entre en vigor la fase 3 de la pandemia, solo se paga un salario mínimo y únicamente por un mes, eso en los negocios formales, sin embargo la situación se pone más difícil para quienes trabajan en los sobrerruedas, que viven al día, lo que creará un problema social muy fuerte.

Desde hace varias semanas mantiene cerrada su zapatería y mandó a descansar a su única empleada, solo acude ocasionalmente a su negocio para estar ahí un rato y se vea movimiento, para que los ladrones noten que hay actividad.

Y es que muchos comerciantes se irán a resguardar a sus casas, dejando su negocio solo por varias semanas y cuando regresen se encontrarán con que ya no tienen nada, porque se lo han llevado los ladrones.

A pesar de que el Congreso del estado aprobó que difirieran los pagos de las rentas de negocios y viviendas, de abril y mayo, Quintana Soto comentó que él la sigue pagando, ya que lo consideró como una tontería y la última palada a los comercios.

Explicó que una vez que regresen a la actividad los comerciantes se encontrarán con una deuda de dos meses de renta, si no es que ya tenían una atrasada.

Esto no es un beneficio, aseveró, lo que verdaderamente lo ayudaría es que hubieran aprobado alguna clase de subsidio.