Tras haber cruzado solos la frontera que divide a México y Estados Unidos, 1 mil 277 niños y adolescentes han sido repatriados en lo que va de este año por las garitas de Mexicali y Tijuana, menores que tras ir en busca del sueño americano fueron detectados por agentes de la Oficina de Servicios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Consuelo Luna Pineda, procuradora para la Defensa de los Menores y la Familia, indicó que la cifra rebasa hasta en un 100% la estadística de los últimos años, pues tan solo el 2017 cerró con 1 mil 659 repatriaciones de menores y en este mismo período sumaban apenas 600 casos.
“Si vemos una atención muchísimo mayor y no se ve que esta situación vaya a cambiar por lo que consideramos que el año va a terminar con un repunte muy considerable”.
Para la funcionaria, éste podría ser un reflejo del endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, impulsadas desde que inició la administración de Donald Trump.
El DIF estatal mantiene activos desde hace 15 años dos módulos para la recepción de niños migrantes, uno de ellos ubicado en la Aduana de Mexicali en donde personal del Instituto Nacional de Migración (Inami) y representantes del Consulado de México en Calexico se encargan de la recepción del menor quien es entregado por agentes del ICE.
En automático el Inami entrega al niño al DIF estatal que lo resguarda mientras se contacta a los padres que comúnmente radican en Estados Unidos.
Luna Pineda indicó que los niños repatriados hasta ahora por Baja California no han referido haber sido separados de sus padres, tal como lo plantea la política de “Cero Tolerancia” que aplica en estos momentos el Gobierno de Trump.
“Son niños que viajaron sin acompañamiento, sin embargo estamos atentos a la situación para en dado caso de que así sea buscar a la familia en el momento en que sea repatriado; solo tuvimos un caso pero porque el papá tuvo que permanecer más días en Estados Unidos por un problema legal tardó dos semanas en ser repatriado y el niño estuvo con nosotros hasta que el padre vino por él”.
Entrevista inicial
Tras conocer los casos en que los menores son separados de los padres, la procuradora para la Defensa de los Menores y la Familia informó que se incluirán en la entrevista inicial las preguntas para determinar si el menor pasó por esta situación, lo que implicaría ampliar los mecanismos de atención.
“Los niños pueden venir en una situación de crisis por la separación de los padres y tenemos que estar listos para alguna intervención, sobre todo poder saber a través de la comunicación con Inami el momento de deportación de los padres para reunirlos”.
Hasta ahora el 97% de los menores repatriados por Baja California tienen entre 12 y 17 años, entre ellos hay madres adolescentes que son devueltas a México junto con sus bebés.
Tras el ingreso de los menores a uno de sus albergues del DIF estatal se inicia la búsqueda de sus padres o algún otro familiar que pueda hacerse cargo de ellos.
“Tenemos casos en los que no hay familia que pueda acudir o no se encuentra ningún familiar cercano por lo que los menores tienen que ser trasladados vía aérea a su Estado de origen y quedan allá a disposición del DIF para que se hagan la búsqueda de la familia”.
Hasta las propias oficinas del DIF estatal han llegado traficantes de personas “polleros” que buscan reclamar la entrega de los menores ya que fueron los propios padres u otros familiares quienes los contrataron.
En la estadística de este año se refiere que el 23.9% de los menores son originarios de Guerrero, el 23.1% de Oaxaca, el 12% de Baja California, 7.2% de Veracruz y originarios de Michoacán el 5.9%.
Más del 55% de los menores repatriados que quedan bajo resguardo del DIF son entregados de manera casi inmediata a sus familiares por lo que su estancia en el albergue es realmente corta.
Más niños extranjeros
Luna Pineda indicó que la detección de niños migrantes de origen extranjero en Baja California también ha incrementado hasta en un 400%.
En lo que va del 2018 en la entidad han sido detectados 22 menores originarios principalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras, que sin ser acompañados de sus padres buscaban cruzar la frontera.
La cifra también muestra un incremento en relación a los últimos tres años en los que el promedio era de entre 12 y 15 niños migrantes extranjeros.
“Ellos entran con nosotros para resguardo, les brindamos atención mientras el Inami lleva a cabo el proceso de repatriación, ellos se encargan de hacer el contacto con los Consulados para verificar la nacionalidad”.
A través de una entrevista con trabajadores sociales y psicólogos, el DIF evalúa si los migrantes menores extranjeros enfrentarían condiciones de riesgo o violencia al volver a su país de origen y en ese caso se interviene para darles calidad de refugiados en tierras mexicanas.
“Tenemos un caso en Mexicali que se encuentra en proceso de revisión y hay otros dos casos en los que colaboramos con DIF nacional y se consiguió el refugio por haber familia que ya era residente legal en Baja California”.