Son los migrantes una fuerza laboral

Para ser contratados debieron presentar la visa humanitaria y a partir de ahí obtuvieron CURP y ahora un número de Seguro Social

ÉRIKA GALLEGO | La Voz de la Frontera

  · lunes 4 de noviembre de 2019

Foto Jorge Galindo

Aunque sobre ellos ha habido rechazo y discriminación, los migrantes centroamericanos se han convertido en una fuerza laboral especialmente valiosa para el sector maquilador que distingue a Mexicali.

Alexander, junto a su esposa y sus dos hijas de 4 y 6 años, llegó hace un mes a la ciudad luego de una travesía que lo hizo recorrer todo México dejando atrás su natal Guatemala con el claro objetivo de cruzar la frontera Norte y establecerse en Estados Unidos, sueño que hoy se replantea al verse contratado en la industria maquiladora.

Al igual que él por lo menos otros 20 migrantes entre centroamericanos, haitianos y mexicanos fueron aceptados en la compañía NSG Group que decidió abrir sus puertas a la población migrante.

“Hemos pasado por situaciones muy difíciles, pero con este trabajo nos estamos estableciendo, estamos mucho mejor, hemos encontrado compañeros que te ayudan y te enseñan a trabajar, nos tienen paciencia, utilizamos uniforme y equipo de protección”.

Alexander tiene una jornada de 12 horas y gana poco más de 300 pesos diarios con prestaciones como el pago de horas extras y seguridad social para él y su familia; en la compañía tienen también la asistencia de un médico y comedor.

CON DOCUMENTOS

Para ser contratados debieron presentar la visa humanitaria que les otorgó el gobierno mexicano y a partir de ahí obtuvieron CURP y ahora un número de seguro social.

“Pedimos el asilo también a Estados Unidos, hasta ahora no hemos tenido respuesta y no sabemos si va a llegar por eso estamos buscando la visa para permanecer en México, lo que necesitábamos era un trabajo fijo para poder crecer, especialmente a quienes cargamos niños”.

Con su familia Alexander radica en el albergue Alfa y Omega, pero ahora con un empleo estable el siguiente paso será buscar una vivienda.

La misma historia vive Jenny con su esposo y sus dos hijos, quienes también comienzan a ver una mejor calidad de vida al contar con trabajo formal.

“Hemos tenido muchos beneficios, con el trabajo hemos encontrado atención médica para los niños y para mi embarazo, en México hay oportunidades y beneficios que en nuestro país no teníamos”.

Hace un año docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Liderados por Kenia Ramírez Meda, estos universitarios conformaron el proyecto “Moviendo al Mundo” enfocado a facilitar la inclusión de los migrantes en la comunidad mexicalense.

A través de este grupo, se buscaron empresas dispuestas a contratar a la población extranjera y fue NSG Group una de las pocas interesadas al igual que Corporativo Industrial donde se hacen labores de limpieza.

Las oportunidades laborales están también para los connacionales. Luis volvió a pisar suelo mexicano luego de ser deportado tras 26 años de radicar en Los Ángeles, California; hoy habita en el albergue Alfa y Omega y labora en la maquiladora.

“En Estados Unidos en las compañías de trabajo en que estuve no eran racistas ni te hacían menos por ser mexicano, todo lo contrario porque saben que el mexicano le echa más ganas”.

Hoy tiene como compañeros no solo a otros mexicanos, sino también a migrantes centroamericanos y haitianos que al igual que él han salido de su país para buscar una mejor calidad de vida.

Para Luis ajustarse al salario ha sido complejo, pero reconoce que el emplearse es para cualquier migrante una oportunidad valiosa para demostrar que son útiles.