A pesar del confinamiento que han determinado las autoridades desde el pasado marzo, durante la emergencia sanitaria derivada del Covid-19 no se ha reflejado una variación significativa en la calidad del aire en el comparativo con el mismo periodo del año pasado.
De acuerdo al monitoreo que realiza la red de Redspira, los indicadores de partículas 2.5, estas han reflejado niveles muy similares que el año pasado.
Alberto Mexía Sánchez, director de Redspira, explicó que la única diferencia es que el año pasado contaban con menos monitores que en el 2020, por lo que ahora se tiene una imagen más amplia de cómo es la calidad del aire en zonas donde antes no tenían un monitor.
“En términos de la contingencia ambiental no hay una variación muy significativa en términos de polvos”.
La gran cantidad de partículas 2.5, Mexía lo atribuye en su mayoría a que esta ciudad se encuentra muy cerca del Valle Imperial y del mismo Valle de Mexicali, donde existe mucha tierra, tanto de la zona desértica como en los alrededores de las montañas.
Actualmente los monitores de Redspira solo monitorean las partículas 2.5. De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) son una mezcla que puede incluir sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales.
El director de Redspira destacó que lo ideal es que los sensores deberían monitorear también el Ozono, Dióxido de azufre, Monóxido de carbono, Dióxido de nitrógeno y plomo, además de las partículas en suspensión PM 10 y 2.5.
Durante el periodo de confinamiento ciertos días disminuyó el flujo vehicular al continuar ciertas labores, sin embargo las mediciones con las que cuenta Redspira no son determinantes para concluir que empeoró o mejoró respecto al año pasado, expresó Mexía.
Este año se observan más indicadores en rojos, puntualizó, pero esto solo se debe a que tienen una mejor distribución de sensores, entre los cuales se destacan aquellos que están ubicados en el sur de la ciudad, donde reconoció que hay una pavimentación deficiente y donde se encuentran muchas industrias.
“Por eso vemos este año más rojos, porque estamos leyendo zonas donde el año pasado no teníamos información, pero yo diría que estamos muy similares”.
La medición los dióxidos y nitrógenos están relacionadas a las vehiculares y de las industrias, para lo cual se requiere que los gobiernos inviertan en sensores que midan ese tipo de contaminantes, comentó.
“Necesitamos que el gobierno se ponga las pilas y habilite esas mediciones”.