El ex mandatario estatal, Jaime Bonilla Valdez sembró un consejero de la judicatura que ocupará la silla del representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial hasta el año 2024, con lo que Marina del Pilar Ávila Olmeda queda impedida a imponer a su propio representante en este organismo administrativo.
El 31 de octubre pasado, concluyó la gestión de dos años de Bonilla Valdez, lo que no impidió que nombrara un representante suyo, a ocupar la representación del Poder Ejecutivo por un periodo de 4 años.
Se trata del abogado Julio César García Serna, de quien Bonilla hizo un primer intento de imponerlo en julio del 2020, sin embargo, al no haber cumplido un año de concluido su encargo de regidor en el VII Ayuntamiento de Playas de Rosarito, no resultaba elegible.
Fue hasta octubre del 2020 cuando tomó el cargo como representante del Poder Ejecutivo del Estado, en el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Baja California, que concluirá en 2024.
Para el ex regidor y abogado constitucionalista, Fernando Rosales Figueroa, el anterior mandatario estatal le impuso un consejero a su sucesora Marina del Pilar Ávila Olmeda, ya que es facultad del gobernador el nombrar a un consejero por un periodo de 4 años.
Es decir, la gobernadora no podrá nombrar a un representante suyo ante el Consejo de la Judicatura, a menos que García Serna renuncie al cargo, lo que se antoja muy difícil, aseguró el ex catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
El Consejo de la Judicatura es un órgano que se encarga de la administración del Poder Judicial del Estado, y está encabezado por el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), dos magistrados del TSJE, un juez designado por el pleno del TSJE, dos consejeros designados por mayoría calificada por el congreso del estado, y un consejero designado por el gobernador del estado.