El verano mexicalense no solo trae el característico calor de esta ciudad, también anuncia la apertura de la temporada del tejuino, una tradicional bebida prehispánica que sacia la sed, quita el calor y hasta cura la resaca.
El inconfundible letrero blanco con letras rojas la atrajeron, lo reconoce Patricia Corrales, quien llegó junto con su hermana Cecilia a la carreta blanca con amarillo, postrada sobre la avenida Madero, a unos cuantos pasos de LA VOZ DE LA FRONTERA.
Y es más que nada la cálida temperatura que se combinó con la nostalgia, que la llevaron a orillar su vehículo, aproximarse a la carretilla, para saborear la ancestral bebida que degustaba en compañía de su padre cuando era niña.
Reconoce que hacía mucho que no disfrutaba de un buen vaso de tejuino, y qué mejor pretexto que los días cálidos para dar rienda suelta al sentido del gusto con la explosión de contrastes entre acidez, dulce y salado, que ponen fin al calor y a la deshidratación.
El responsable es Sergio Kililo, quien desde hace quince años, presume elaborar el mejor tejuino de Mexicali. Y es que sus ventas han aumentado considerablemente estos últimos días en los que el mercurio del termómetro coquetea con los 50 grados centígrados (122 grados Farenheit) de temperatura, por lo que el calor se ha convertido en su mejor aliado, dijo Sergio, mientras recibe a otro cliente que le pide un vaso de los de a 35 pesos.
Cuando se termina el calor, es entonces que cambia de giro y se dedica a vender elotes, aclaró. Sergio comparte su secreto y revela que un buen tejuino se compone de maíz preparado, piloncillo y canela, todo esto lo coce y lo deja reposar por varios días, una vez fermentado, ya está listo para su venta para agregarle hielo picado, sal de mar, bicarbonato de sodio y limón, lo bate y ya está listo para acabar con los males que aquejen a su cliente, ya sea el calor o bien, los estragos de una noche de fiesta.
Así es que Sergio recomienda un buen tejuino para reponer energías, no por nada es una bebida que tomaban nuestros ancestros, que es considerada como una especie de cerveza de maíz, pero que sobre todo, es una tradición en el inclemente verano cachanilla.