El ex dirigente estatal del PAN, hoy con orden de aprehensión, dio su versión de los hechos en los que señala ser objeto de persecución política, de cara al proceso electoral concurrente federal y local.
1. Como lo señalé desde el primer día en que inició esta persecución política, he atendido el proceso de manera puntual, asistiendo en todas las ocasiones en que he sido convocado por la autoridad juzgadora.
2. Por motivos de salud, no me fue posible atender en esta ÚNICA ocasión la audiencia convocada, sin embargo, asistió mi abogado en mi representación. Se envió el certificado respectivo, mismo que SIN RAZÓN ALGUNA no fue aceptado como válido, mientras que a otros denunciados si se les aceptaron en su momento.
3. El Juez, de manera sumamente extraña, estableció una nueva fecha de audiencia para TODOS los imputados, EXCEPTO para un servidor.
4. Se gira una orden para obligarme a comparecer, cuando yo NUNCA ME HE NEGADO A HACERLO. En cuanto mi salud me lo permita yo mismo me presentaré ante el juzgador como lo he estado haciendo durante todo el actual proceso.
5. Es obvio que el girar la orden es a todas luces una exageración, que resalta el uso faccioso del poder para golpear a sus adversarios políticos, como ha quedado claro en otros casos: Jorge Hank, Julián Leyzaola, Juan Manuel Gastélum, Arturo González Cruz, Zulema Adams, y el día de hoy en contra de mi persona.
Durante toda mi carrera política SIEMPRE he dado la cara y he hablado de frente. Claramente lo señalé desde el inicio de este proceso persecutorio: NO SE HA COMETIDO NINGÚN DELITO; como ya iniciaron las campañas electorales, todo obedece a una sed enfermiza de venganza política, y a falta de poder entregar resultados buscan distraer la atención persiguiendo a sus adversarios.