Sedimento en agua del Río Colorado incrementará costos de potabilización

La coloración amarillenta del agua que está llegando a Baja California procedente del Río Colorado, se debe a la sedimentación del Río Gila, por los trabajos de rehabilitación

Alejandro Domínguez | La Voz de la Frontera

  · lunes 8 de mayo de 2023

Carlos Juvera | La Voz de la Frontera

La coloración amarillenta del agua que está llegando a Baja California procedente del Río Colorado, se debe a la sedimentación del Río Gila, por los trabajos de rehabilitación que se realizan en una presa de Arizona, y aunque no se han reportado contaminantes, sí causará un incremento en el costo de potabilización.

Lo anterior lo manifestó el jefe del Distrito de Riego 014 del Organismo de Cuenca de la Península de Baja California de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Julio Navarro Urbina, quien añade que esta turbulencia se ha presentado en todo el sistema de agua, es decir, tanto en la que se utiliza en el Valle de Mexicali, como en las ciudades de Baja California.

Yerson Martínez | La Voz de la Frontera

Lo anterior, debido a los reportes que han llegado a esta redacción, sobre la coloración amarillenta que se observa en las aguas de los canales de riego del Valle de Mexicali.

El funcionario federal informó que hace 2 semanas recibió un comunicado de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), de Estados Unidos, que iban a hacer unas reparaciones en la presa “Painted Rock”, que es de control de avenidas, en Arizona, que regula las descargas del Río Gila.

Estas reparaciones pueden tardar alrededor de 15 días, mientras secan la presa.

“El Río Gila es una incorporación de arroyo por la margen izquierda del Río Colorado, que se da en las inmediaciones de Yuma, aguas debajo de las presas que regulan las entregas a México”.

Una de las características del río Gila, es que arrastra sedimentos del cauce seco de esta misma afluente, y los lleva a la confluencia del Río Colorado, y luego llega a México, por eso tiene esa coloración.

Recordó que en el año 1993 tuvieron una situación similar, en la que se acumularon los azolves en el Río Colorado, así como en la caja de azolve del Distrito de Riego, por lo que fue necesario suscribir la acta 297 de la CILA, en la que se acordaron acciones de cooperación entre ambos países, pero actualmente no es tan fuerte la situación.

Falta estudiar cuál será el impacto que tendrán los azolves, para proceder a enviar una petición en ese sentido, señaló Navarro Urbina.

Reconoció que a pesar que no cuenta con análisis químicos del agua, puede asegurar que se trata de sedimentos, lo que provoca son dificultades en el tratamiento del agua, como mayores gastos de la potabilización del agua.