Irlanda Ramírez Romero es una mujer de 29 años a pesar de que le diagnosticaron lupus apenas hace dos años, eso no la detiene para vivir y disfrutar de su familia y de su trabajo como enfermera en el Hospital General de Mexicali.
Aunque al principio fue difícil aceptar que padecía esta enfermedad, aseguró que la parte más importante para salir adelante es evitar permanecer triste por ello y tomarlo de la mejor manera posible.
Ella es esposa y madre de dos niños, por lo que esta enfermedad le ha dado una lección que le ha permitido cambiar la perspectiva con la que veía su vida, tanto en lo personal como en lo profesional, toda vez que ahora puede tratar de una manera más cálida y considerada a los pacientes.
“Te cambia mucho la perspectiva de las cosas: Ya estás en el lugar de ellos, sabes qué es estar de este lado y del lado como paciente, entonces ahí vas cambiando ciertas actitudes”.
Todo inició en el 2017, cuando empezó a sentirse muy deteriorada física y anímicamente, de tal forma en que empezó a bajar de peso, sufría de dolor constante articular, fatiga, arritmia y se le manifestaron pápulas en su cuerpo, por lo que incluso le dieron medicamento para varicela.
Al no dar resultados ese tratamiento, fue canalizada con el alergólogo, pero éste confirmó que no era un asunto de la piel y posteriormente se hizo la prueba de anticuerpos antinucleares,
los cuales corroboraron que se trataba de lupus.
Reconoció que al inicio se deprimió y cayó en negación, pero gracias al apoyo que le dieron sus padres, esposo e hijos ha aprendido a vivir con esta enfermedad que es tratable pero no curable.
“Hasta que no le den el último resultado no se rinda y que no se depriman, porque tiene mucho que ver el estado de ánimo que uno tiene en esta enfermedad”.
Ser enfermera le permitió explicarles de la mejor forma algunos de los cambios que tendría que empezar a aplicar en su vida, entre éstos el afrontar el tratamiento de quimioterapia, además de unos cambios que hizo en su dieta para evitar un mayor deterioro en sus riñones, como evitar comer harinas y cosas muy azucaradas. En diciembre del 2017 empezó el tratamiento con ciclofosfamida y actualmente toma metrotexate, corticoides y multivitamínicos.
“Tuve días buenos, tuve días malos, todavía los tengo, pero ya después me fueron bajando las dosis y fui teniendo más fuerza, poquito más de energía y así consecutivamente hasta el día de hoy”.
ATENCIÓN E INFORMACIÓN, CRUCIALES
Irlanda aseguró para todo aquel que padezca lupus es importante
se informe, no se quede conforme con una sola opinión médica que haga lo necesario hasta tener un diagnóstico certero, pero sobre todo, no dejar el tratamiento.
“A veces pensamos que nos sentimos bien, nos dejamos de tomar el ácido fólico, las vitaminas, que la quimio, los inmunosupresores y ahí vemos la consecuencias, (mi recomendación es que no lo dejen, que sigan su tratamiento aunque se sientan bien, que no dejen de ir con el doctor”.
La también enfermera recalcó que el lupus no es algo que ocasione la muerte, por lo que es importante informarse y mantener un buen estado de ánimo.
Por ejemplo, en una ocasión otro niño le dijo a su hijo mayor que sumamá moriría, pero Mateo le explicó que era necesario que se informara y leyeraun poco más al respecto