Tijuana (OEM).- Desde que se implementó la prohibición del uso y distribución de las bolsas de plástico tipo camiseta el pasado 6 de marzo en Tijuana, las pérdidas económicas para el sector responsable de la creación y distribución de este producto han ido en aumento, al grado de que la amenaza del posible despido de personal ha vuelto latente.
Tal es el caso de la empresa Bolsas y Polietilenos de la Frontera SA de CV, dedicada desde 1989 a la fabricación y distribución de bolsas y empaques de plástico en Tijuana.
“(La empresa) empezó con lo que es bolsa tipo camiseta y de rollo conforme fue creciendo y ya llevamos otro tipo de empaque que es para uso alimenticio, entonces ya no tanto a lo que es sector comercio, sino lo que es para uso alimenticio, ya un empaque especializado”, explicó Héctor Manuel Villarreal Madrid, encargado de producción de la empresa Tijuanense.
Bolsas y Polietilenos de la Frontera se dedica a la fabricación de la bolsa tipo camiseta y las variantes del polietileno como bolsas para basura, tipo novedades y empaques diversos para alimento.
Sus productos llegan a empresas nacionales e internacionales, así como empresarios locales que requieren de un embalaje especial para sus compradores. Sin embargo, sus ventas comenzaron a disminuir hasta en un 60% desde principios de año a raíz de la modificación al Reglamento de Protección al Medio Ambiente de la ciudad.
“La gente pensaba que era todo tipo de bolsa, porque yo tengo clientes que me compran cuatro tipos de bolsas de plástico y simplemente el cliente me está dejando de comprar todo tipo de bolsa por la mala información. En nuestro caso, el 30 a 40% de nuestras ventas es de tipo camiseta, pero nuestras ventas se han visto mermadas hasta en un 60%, precisamente por la mala información a la ciudadanía”.
Tan sólo esta empresa cuenta directamente con 70 trabajadores dedicados a la creación de la bolsa tipo camiseta e indirectamente -entre empacadores y el área de reparto-, estiman son unas 500 familias cuyo ingreso depende exclusivamente de la venta y distribución de este producto, explicó Villarreal Madrid. “Te digo que para nosotros el 40% (de las ventas) recae en la bolsa de camiseta, por lo cual a corto plazo vamos a tener que despedir al 40% de la planilla”, expresó Salvador Ascencio, responsable del área de ventas.
Al mes, la producción de la empresa es de 300 toneladas; el 30% se queda en la región y el resto es exportado por los envíos que realiza el sector maquilador, con el cual también laboran. “Puede ir hasta Europa o Asia”, indicó Villarreal Madrid. “Ahorita la problemática que hay en el comercio local (es) por la mala información, porque no quieren usar ningún tipo de bolsa”, reiteró Salvador Ascencio.
PROHIBICIÓN MAL DISEÑADA
El pasado 20 de febrero los representantes de la empresa Bolsas y Polietileno acudieron junto a los representantes del sector a una reunión convocada por autoridades del Ayuntamiento, en coordinación con Canacintra Tijuana, en donde se les informó por primera vez de la aprobación y puesta en marcha a la prohibición de las bolsas de plástico.
Esto, aseguran, no permite opciones biodegradables que podrían implementar para evitar las pérdidas económicas y de personal que viven actualmente.
“Hemos estado escuchando la implementación de las leyes, pero sin tener oportunidad a crear unas leyes adecuadas, unas leyes que se adecuen tanto a la ciudadanía como a los fabricantes y a los que están en el comercio aquí en la localidad. Nosotros no pudimos de la mano con ellos diseñar unas leyes aptas y apropiadas de lo que requiere la ciudad, simplemente fueron impuestas esas leyes y lo único que hemos hecho en las reuniones es irnos a informar cómo es que están las leyes y cómo es que se van a implementar”, denunciaron. La prohibición -aseguran- debe ir de la mano de una campaña de concientización y programas de tratamientos de residuos implementado por las autoridades locales.
“La prohibición está mal diseñada, no podemos estar prohibiendo un tema que no queremos atacar (…) el Municipio no ha hecho su parte. Yo le expuse a la regidora -Mónica Vega- si ellos habían hecho su parte en recolectar orgánicos e inorgánicos e inclusive recolectar lo que son reciclables, ella me dijo que no, que la localidad no tenía la infraestructura necesaria para hacer eso, entonces si tú quieres atacar esto, tú como autoridad necesitas empezar a hacer algo por tu propia cuenta para erradicar el problema que dices se te está presentando”, enfatizó Salvador Ascencio.
ALTERNATIVAS BIODEGRADABLES
La aprobación, el pasado 23 de agosto del 2018 en sesión de cabildo, a la modificación del artículo 110 BIS del Reglamento de Protección al Ambiente, incluye la entrega de bolsas plásticas de compras desechables o de productos biodegradables o biopolímeros a los consumidores finales para transportar mercancías. La inclusión de productos biodegradables deja sin alternativas al sector que podrían implementarse para continuar la creación del material, de forma amigable con el medio ambiente.
“Les podemos dar alternativas, hay los nuevos materiales de tercera generación que son a base de resinas vegetales, que son una muy buena opción e inclusive son opciones aceptadas por la ONU, es más son opciones que la ONU está dando como parámetro, no puede ser que ellos hayan cortado de tajo por vil desconocimiento”, indicó el responsable de mercadotecnia.
ESTRATEGIA POLÍTICA
De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto se compran 1 millón de botellas de plástico; casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y 8 millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina. Pese a estas cifras, la prohibición se inició directamente en el sector de las bolsas de plástico tipo camiseta, denunciaron los representantes de Bolsas y Polietileno de la frontera, ante un escenario político – electoral en la ciudad.
“¿Por qué entonces prohibir las bolsas de plástico? Porque es más fácil que irse tras una empresa mundial que se encarga de distribuir botellas de plástico”, afirmaron.
Actualmente Tijuana no cuenta con un programa de recolección o separación de residuos, proyecto que tanto ambientalistas como representantes del ramo, aseguran debería implementarse en la ciudad y contar con un programa integral de atención a los residuos plásticos.
“El plástico no está manejado de manera responsable y esto es una alerta; el plástico es el mensajero de que estamos manejando mal los residuos, porque como es persistente, como no se biodegrada entonces va en toda la cadena y ya igual la cadena trófica se está reflejando en los alimentos (…) creo que debemos ser más ambiciosos que la bolsa de plástico y creo que esto significa que el Gobierno municipal debe asumir la responsabilidad para lanzar una campaña de separación de residuos, porque si no, digamos que el impacto de la bolsa de plástico puede ser menor, puede ser pequeño, muy pequeño”, aseguró Carmelo Zavala, vicepresidente de gestión ambiental en Canaco Tijuana.
Aunque afirmó que la prohibición es un primer paso, falta mucho en materia de concientización y tratamiento de residuos para garantizar que el impacto sea mayor y efectivo. Además de que deberían contemplarse las opciones biodegradables.
“Me parece que sólo enfocarse en un producto como es la bolsa de camiseta y sólo en un concepto como se decidió en Tijuana, biodegradables y no biodegradables y sólo de camiseta, le falta mayor articulación”.
De acuerdo con estimaciones del vicepresidente de gestión ambiental en Canaco, tan sólo en Tijuana, existen cerca de 30 mil puntos de distribución de bolsas de plástico o más, por lo que la prohibición implementada debería de incluir una estrategia integral para la atención de los residuos.
“No existe el control porque no tenemos implementación de las autoridades de una cultura, ni de reciclaje, ni tenemos la concientización del daño que nos puede ocasionar el depositar la basura donde no debe depositarse, una campaña de concientización hacia la gente, ahí ronda todo”, puntualizó Ascencio.