Tras revelar que encontró rasgos inusuales y sospechosos en las cuentas públicas de la pasada administración estatal, Carlos Montejo Oceguera presentó su renuncia a la titularidad de la Auditoría Superior del Estado, cargo que asumió el 9 de junio de este año y en el que permanecería hasta el 2026.
En una carta dirigida a la diputada y presidenta de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público, Eva Gricelda Rodríguez, el ahora ex auditor dejó asentado que detectó operaciones con características dudosas sobre el manejo del dinero público en la última etapa del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid.
En el documento, Montejo Oceguera afirma además haber recibido llamadas del ex gobernador y del ex secretario de Planeación y Finanzas, Bladimiro Hernández Díaz, luego de enterarse del levantamiento de actas administrativas a servidores públicos en busca de que explicaran las operaciones señaladas.
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“Recibí llamadas telefónicas del entonces secretario de Planeación y Finanzas y del aún entonces gobernador del estado preguntándome del sentido de las actas administrativas levantadas a los funcionarios”.
Montejo Oceguera asegura haber tomado dichas acciones en el marco de la ley y como parte de la revisión de las cuentas públicas por lo que continuó con este tipo de procedimientos contra otros funcionarios del área de finanzas.
“Desde que conocí de la información de hallazgos detectados a través de las actuaciones realizadas, di la instrucción contundente, imparcial y objetiva al equipo de trabajo para que se actuara con toda diligencia, imparcialidad y con el debido cuidado profesional en pleno ajuste al marco de la legalidad”.
Al exponer su renuncia, desechó que haya existido un conflicto de intereses al haberse desempeñado como director de Auditoría Fiscal bajo la administración de Vega de Lamadrid.
Durante los cuatro meses que fungió como auditor superior, Montejo Oceguera afirma haber actuado en el marco de la legalidad y en estricto apego a las normas que rigen a la dependencia.