Para la regularización de los autos de procedencia extranjera, conocidos como “autos chocolate” ya no requerirá el certificado de origen, algún permiso previo de la Secretaría de Economía, ni la intervención de algún agente o agencia aduanal.
Tampoco de algún apoderado aduanal o cualquier otro intermediario, no será necesario la inscripción previa en el padrón de importadores; esto fue ajustado en el decreto presidencial y publicado este domingo en el Diario Oficial de la Federación.
Se deberá de presentar la manifestación bajo protesta de decir la verdad ante el Registro Público Vehicular, cuyo formato fue presentado en la actualización del decreto y solo se pagará la cantidad de 2 mil 500 pesos.
Solo se podrá regularizar un vehículo por persona, no aplica para unidades de lujo, deportivos o blindados, y debe ser autos fabricados o ensamblados en México, Estados Unidos o Canadá.
El decreto presentó el formato a llenar, una vez entregado, éste será enviado a la Agencia Nacional de Aduanas de México y con eso se acredita la importación y legal estancia en el país del vehículo.
Después la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana determinará el lugar donde se colocará físicamente a los autos el engomado, y el registro Público Vehicular emitirá la constancia de inscripción, el proceso no incluye los pagos por expedición de placas.
El dinero recaudado será para programas de pavimentación y se recibirá a través de la Secretaría de Hacienda y entregados a los municipios de acuerdo a donde se ingresaron y el domicilio del importador.