Después de 57 años de haber egresado de la escuela primaria, ex alumnos de la Escuela Cuauhtémoc se reunieron junto con uno de sus profesores para recordar a dicho plantel educativo que fue el primero en su tipo en Mexicali.
Hace unos días se concretó una reunión entre los que egresaron de distintas generaciones de la escuela que este 16 de septiembre cumplió su 106 Aniversario, en donde predominó la presencia de los que culminaron este nivel de estudios en el año de 1965.
La reunión contó con la presencia del profesor Antonio Gaytán Farías, quien a la fecha cuenta con 99 años de edad y que arribó a Mexicali en 1950, para empezar a ser docente de la “Cuauhtémoc” en 1953.
El docente recordó que en aquel momento la directora era la profesora Carmen Rivera Almada y que en sus andanzas llegó a conocer a Soledad Ponce de León, quien es mejor conocida en la comunidad cachanilla como Nana Chela.
El profe Toño comentó que nunca se había sentido tan feliz, ya que nunca pensó que podría volver a ver a sus estudiantes, ni al magno edificio que se mantiene en excelentes condiciones.
“El edificio todavía está hermoso y ahora que tuve está oportunidad que nunca me imaginé que iba a tener, me siento maravilloso”, expresó.
El también originario de Colima, mencionó que primero empezó a dar clases en 1950 en unos ejidos, para después ubicarse en la primaria Cuauhtémoc, en donde egresaron las primeras generaciones de cachanillas que lograron asistir a una escuela debidamente consolidada en la zona urbana.
Recordó que donde ahora es la parte del estacionamiento, es donde se ubicaban las canchas, en donde pasó mucho tiempo con sus estudiantes.
“Yo les enseñé básquetbol a mis alumnos, era el encargado de enseñarles a marchar para llevarlos a los eventos de la ciudad, conviví mucho con ellos”.
Profesor que creó más docentes
Entre las asistentes a la reunión de la generación 1959-1965 de egresados, se encontró la profesora jubilada Martha Chávez Chávez, quien reconoció que las enseñanzas del profesor Toño le impactaron.
Lo que más recuerda de él, dijo, es su compromiso en ayudar a los niños que más mal les iba en matemáticas, toda vez que se daba el tiempo para atenderlos en particular en los tiempos libres, durante el recreo.
“Él nos explicaba, sobre todo los quebrados, es un maestro muy inteligente, nos atendía en lo personal y nos explicaba en el pizarrón con el gis y todo”.