Ramón Emazón Huízar es de los pocos, si no el único sanluisino, que posee el primer ejemplar de Tribuna de San Luis, que vio la luz el viernes 13 de diciembre de 1974.
Entrevistado en sus oficinas, rodeado de fotografías antiguas de San Luis, relató sus experiencias acerca del primer número de Tribuna que se encuentra en su poder.
“Me llamó la atención de que se trataba de un periódico con su primer director Francisco García Flores, y le fui tomando cariño al diario, al principio era de la Editora América Latina, y posteriormente de la Organización Editorial Mexicana (OEM)”.
Agregó que, al principio, vio que se trataba de un periódico fuerte con ese tipo de respaldos, ya que había otros que estaban solos, batallaban mucho porque tenían que vender publicidad, y si no lo hacían, se veían en problemas para elaborarlo.
Dijo que eran directores, publicistas y reporteros a la vez, pero eso tenían dificultades, y Tribuna tenía bien establecida su planta laboral y había gente que trabajaba en cada área.
Comentó que cuando se adhirió a la OEM (a finales de los ochentas), se notó la diferencia, puesto que había mayor contenido, había más páginas, secciones de política, social, deportiva.
“Si ves la primera edición, son solo cuatro páginas, solamente incluía información local, ahora ya se volvió más informativo, ahora son alrededor de 40, a veces más”.
Indicó que el hecho de contar con varios reporteros, la información era diversa, los diarios anteriores solamente eran locales y abarcaban lo que podían, no obtenían mucha información, de enfocaban nada más en lo político, y Tribuna fue más allá.
Expresó que, en los próximos 45 años, le augura un futuro promisorio, avanzando, con un buen equipo de reporteros, a los que calificó como muy profesional.
“La verdad es que lo veo muy completo, nada le falta para mí, contiene información muy fresca y fluida”.
Como anécdota, dijo que el primer ejemplar del periódico se lo regaló el maestro de karate Marco Antonio Castañeda, quien sabía de sus gustos por coleccionar varias cosas relacionadas con la historia de San Luis.
“Él me dijo que me iba a regalar algo muy preciado, para mi colección, y aquí lo tengo desde hace varios años”.