Para que los menores de edad tengan el hábito de leer, es necesario que desde que son bebés se les acostumbre a interactuar con los libros, permitiéndoles tocarlos, rayarlos e incluso permitir que los babeen, así lo explicó la psicóloga Noemí de Reza Melchor.
Al impartir una charla en el marco del Día Internacional del Libro, la especialista con un máster en promoción de lectura y literatura infantil, explicó que si desde bebés se les enseña a estar cerca de los libros, es menos probable que se sientan incómodos al leerlos.
Conforme van creciendo, se les debe de enseñar que está bien interactuar con los libros. En segundo lugar, recomendó que los infantes estén rodeados de adultos que leen.
Es importante que los cuidadores realicen actividades junto con ellos y propicien su desarrollo sensomotriz. Se pueden tomar en cuenta libros que no tengan palabras, sino puras imágenes, o bien, pocas palabras.También existen libros infantiles con poesía o canciones de cuna que el cuidador puede leerle a los bebés.
“Hay algunos que tienen como espejos, colores, texturas, para estimular los sentidos.”, abundó.
Para disfrutar de las lecturas, es importante que los adultos hagan pausas al leer, e incluso que cambien la entonación y que utilicen distintos tonos de voz para diferenciar a los personajes.
“Hay libros de cartoné, los que puedan tocar, desde que nacen; no hay un punto idóneo. No hay que esperarse a que entren a la escuela, que ya hayan tenido una experiencia previa”, afirmó.
Un ejemplo de un libro para niños, es el de “Tener un patito es útil” de la autora e ilustradora Isol. En este, de manera visual, de un lado se puede leer la historia de un niño que se encuentra un patito y narra todas las cosas para las que le es útil; pero por el otro lado, el patito es el que cuenta su versión, de cómo es que un niño lo encontró y las vivencias que comparte con él.
De los 7 a los 9 años se pueden iniciar con textos de literatura fantástica, en donde las historias y tramas son más complejas, con estructuras más interesantes.
En esta etapa se recomiendan los libros álbum, que tienen dibujos, sin embargo, en estos, las ilustraciones acompañan a la narración. Un ejemplo de este tipo, es “El libro de los cerdos” de Anthony Browne, el cual en la portada se observa una familia humana que es cargada por la madre, en su espalda.
Sobre todo, dijo que es importante tomar en cuenta los intereses del menor. “Poco a poco van conociendo otros libros, ya de literatura, que tal vez los jale a leer otro tipo textos”.