Humo, polvo, monóxido de carbono, nitrógeno y azufre son solo algunos de los residuos que en forma de partículas diminutas respiran los mexicalenses en un día común, especialmente durante el invierno. Margarito Quintero Núñez, director de Planeación y Política Ambiental en la Secretaría de Protección al Ambiente del Estado (SPA), explicó que entre más pequeñas sean dichas partículas, más posibilidades tienen de llegar al organismo humano y causar daños severos.
“A la hora en que respiras, lo cual es fundamental para vivir, esas partículas pueden introducirse al sistema respiratorio que tiene contacto con el resto del organismo a través de los pulmones, el contacto de tal aire con la sangre permite tal posibilidad de riesgo”. El especialista indicó que al respirarla, la contaminación puede llegar a desencadenar cáncer u otros padecimientos a nivel cerebral.
“El origen de esas partículas tiene varias fuentes, son compuestos químicos que a veces afectan a nivel federal, por eso es importante que cuando uno trabaja por ejemplo en el campo o cuando estás barriendo tu calle procurar ponerse un accesorio que permite tener un filtrado de partículas”.