Residentes del poblado Bahía de San Luis Gonzaga, perteneciente al nuevo municipio de San Felipe, reportan inseguridad tras el abandono del retén militar desde hace más de un año, así como la falta de vigilancia de la carretera por parte de la Guardia Nacional, por lo que varios automovilistas han sido víctimas de robos.
Mario Coyohua, encargado de un mercado del poblado, considera que a pesar de la vigilancia que realiza la Policía Municipal de San Felipe y de que regularmente llegan soldados que se dirigen a Ensenada, en realidad la inseguridad se incrementó en la zona desde hace un año.
Hay más asaltos desde que el Ejército abandonó el retén militar, aseguró, incluso hace unos días se robaron tres automóviles en plena carretera, pues no hay vigilancia de la División Caminos de la Guardia Nacional, ya que pasan dos o tres veces por semana.
Antes, dijo, con la presencia de los uniformados los delincuentes se detenían y hoy nada lo impide, por lo que ya no pueden salir a partir de las 19:00 horas en adelante, por ello solicitan mayor vigilancia y más presencia de la Guardia Nacional, ya que si alguien se poncha en la carretera o se avería el automóvil no hay nadie que lo auxilie.
Celia Escamilla Martínez, quien atiende un puesto de tacos de pescado en el poblado, reveló que hace poco más de un mes sufrió el robo de tres minas de gas en su negocio.
A ella no le afectó que se haya retirado el retén militar ubicado un kilómetro atrás, cuyos soldados fueron retirados porque los ocupaban más en Sonora, pero pese a ello aseguró que hay mucha vigilancia y que tanto soldados como policías municipales de San Felipe llegan seguido al lugar.
Los residentes piden al gobierno federal la instalación de celdas solares, ya que hasta este punto no llegan los postes de electricidad y tienen que producir su propia luz por medio de generadores a gasolina, por lo que se gasta 300 pesos diariamente de combustible para poder encender un aparato de refrigeración por 9 horas y dormir bien.
Es decir, con 300 pesos de venta diaria se asegura una noche con refrigeración, lo que suma 2 mil 100 pesos a la semana, equivalentes a 8 mil 400 pesos al mes, “es caro, pero vale la pena por la tranquilidad”, señaló.