La industria restaurantera local enfrenta la crisis más dura que los propietarios de establecimientos de preparación y venta de comida, jamás habrían imaginado; el confinamiento prolongado a partir de los contagios de Covid-19 los ha llevado adaptarse a ciertas medidas que se han visto reflejadas en números en rojo, pues, aunque no tienen la obligación de cerrar, viven la limitante de vender solo para llevar o bien para entregar a domicilio.
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Si bien la crisis es nacional y del comercio en general, particularmente el sector restaurantero de San Luis Río Colorado, se ha visto doblemente golpeado, ya que en parte su estabilidad económica se sostiene por las ganancias que representan los clientes que viene de Estados Unidos o bien por las divisas, tema igualmente fracturado a raíz de la contingencia.
Lo anterior ha llevado a varias empresas restauranteras a desaparecer de manera indefinida o al menos reducir en gran porcentaje su producción, número de empleados, horarios y entradas de dinero.
REABREN PESE A SEMÁFORO EN ROJO
De días atrás a la fecha, son varios los restaurantes que han decidido reaperturar y recibir en su interior a los clientes, pese a que esto esté prohibido ante los ojos de los órdenes de gobierno.
Francisco Chávez, quien representa al gremio en mención en el Comité Municipal de Salud, señaló que entre los restaurantes organizados que han decidido quebrar las leyes y recibir clientes en sus mesas, existe también el compromiso de mantener las medidas sanitarias indicadas por el sector Salud, como la sana distancia, el uso del cubrebocas, entre otros.
“Llegamos a un punto en el que si no reabrimos ya no lo haríamos nunca, pues muchos estamos en la etapa más fuerte de la crisis económica, ya que, aunque tenemos permitida la venta para entregar, no es lo mismo cuando el gasto corriente no espera”, expresó y agregó que, en su caso, se ha visto en la necesidad de cerrar uno de sus establecimientos ante las entradas tan limitadas de dinero.
OBLIGADOS A ECONOMIZAR
Un ejemplo de lo lastimado que se encuentra el gremio restaurantero es el establecimiento de venta de “carnitas” que anteriormente se ubicaba sobre el callejón Obregón y calle 13, que a raíz del cierre parcial de sus puertas bajó hasta en un 60% sus ganancias, comentó su propietario, Francisco Martínez.
Dijo que las pérdidas han sido tantas que han tenido que dejar el establecimiento en el que por años atendieron y ahora lo hacen desde casa, donde ofrecen el producto para la entrega a domicilio o para ordenar y recoger en el lugar.
Por su parte, el recién inaugurado restaurante ubicado sobre la avenida Obregón y calle 22, al no poder confiarse de la opción de solo vender para llevar o a domicilio, ha cerrado sus puertas varios días a la semana y busca concentrar sus ventas entre viernes, sábado y domingo, de esta forma economizar.
De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentado (Canirac), al menos el 15% de los restaurantes en México van a desaparecer por la pandemia y un 50% están en riesgo de hacerlo, esto depende de los apoyos de gobierno que logren conseguir.
LOS INFORMALES, UNA AMENAZA DE REBROTE
Aunque en la última semana el sector restaurantero organizado ha decidido volver, existe otro porcentaje que nunca respetó las medidas higiénicas, y son éstos mismos los que podrían causar problemas al momento en que el semáforo de contagios Covid-19 se torne al color naranja y el total pueda reaperturar bajo la nueva normalidad.
Sin embargo, si los casos vuelven al alza a tal grado de un rebrote, la restricción para reabrir se prolongaría de nuevo.
“El problema es que, de 180 lugares de venta de comida en San Luis, solo unos 30 han hecho un compromiso para aplicar los protocolos de higiene, así proteger a nuestro personal y a los clientes, pero puedo asegurar que el resto no lo harían y por ellos perdemos todos”, reveló Francisco Chávez.