Aunque le dio mucha tristeza saber que habían derribado la cruz en el cerro del Centinela, Alfredo Guzmán Sandoval no duda en querer repetir la hazaña realizada hace 28 años, y reemplazar la estructura metálica abatida y cambiarla por otra nueva.
LA VOZ DE LA FRONTERA publicó ayer que un grupo de excursionistas denunció ante redes sociales que por medio de una segueta, habían tirado la cruz metálica que se encontraba en la cima del cerro del Centinela, sin embargo, la estructura permanecía en el lugar.
Alfredo mantiene en una de las paredes de la sala de su domicilio, las fotografías de la hazaña, las cuales recorre con la vista y señala con su dedo, con una emoción que parecería que aquello ocurrió ayer.
Comentó que entre los meses de abril y mayo de 1990, bajo la dirección del Padre Timoteo, el grupo de Los Hermanos de la Cruz, que originalmente se encargaban de erigir casas que habían sido incendiadas, se dieron a la tarea de instalar una cruz en lo alto del emblemático cerro.
Recordó que en el lugar, ya se encontraban dos cruces más pequeñas, que habían sido instaladas por el padre Pedro y el padre Martín, sin embargo, su proyecto era más ambicioso ya que él quería que fuera un atractivo para atraer al turismo, incluso tenía la idea de colocar un cristo en la cima del Centinela.
Una semana antes, se dieron a la tarea de colocar banderines en la ruta que seguiría la cuadrilla que llevaría los materiales de construcción, los cuales se los llevaron “a puro pulmón”.
Un contingente de 80 jóvenes y hombres, dos niños entre ellos, se dio a la tarea de iniciar la subida del cerro a las 5:00 de la mañana, la cual duró cerca de 4 horas, llevando agua, cemento, arena, así como los polines, que estaban separados en 4 secciones.
Fue una experiencia mística, expresó, ya que cuando arribaron a la cima, el cielo estaba despejado, sin embargo, fueron llegando nubes conforme avanzaban con los trabajos, que fueron muy duros, y los cuales terminaron una vez que estaba anocheciendo, y las nubes se habían disipado.
La estructura fue reforzada en su base con ángulo de acero galvanizado, por si se oxidaba, esta siguiera de pie.
Comenta con entusiasmo que piensa en erigir una cruz en el mismo lugar, que será un poco más pequeña, ya que la labor de hace casi 30 años fue extenuante.
Este domingo decidirán qué es lo que harán, por lo pronto ya la noticia llegó hasta Guadalajara, por lo que tiene confianza en que volverán a escalar el cerro y colocarán una nueva cruz, ya que cuenta con el permiso del ejido para ello.
