Quieren destitución de magistrado anticorrupción

Debido a que señalan que falseó información sobre su residencia

Alejandro Domínguez

  · jueves 16 de mayo de 2019

Debido a que señalan que falseó información sobre su residencia, así como su cercanía con el diputado local Bernardo Padilla, consideran a Iván José Curiel Villaseñor, como no apto para ocupar el cargo de magistrado anticorrupción.

En su sesión plenaria del pasado jueves el Congreso del Estado nombró a Curiel Villaseñor como magistrado de la Sala Especializada en Responsabilidades Administrativas y Combate a la Corrupción. Los integrantes de la Comisión Especial de Evaluación para la Designación del Magistrado Anticorrupción del Tribunal de Justicia Administrativa, Francisco Fiorentini Cañedo, Edgardo Silva y Jorge Topete, ofrecieron esta mañana una rueda de prensa para solicitar la remoción del recién nombrado magistrado.

Fiorentini Cañedo comentó que el hoy magistrado anticorrupción lleva un juicio de orden familiar en la Ciudad de México, por lo que su domicilio está registrado en aquella entidad, por lo que de manera automática se torna en inelegible para el cargo, ya que uno de los requisitos es que te va domicilio en Baja California.

Además existe evidencia de una relación muy cercana con el diputado Padilla. Expuso que de los 6 candidatos que había para el cargo, Curiel Villaseñor era quien tenía la votación más baja, ya que si bien, era apto para el cargo, había otros con mejor trayectoria laboral, ya que se trataba de personas que habían laborado en Prodecon (Procuraduría de la Defensa al Contribuyente), o en un tribunal de circuito del Poder Judicial de la Federación. Edgardo Silva señaló que hubo una evidente corrupción en el nombramiento del magistrado, sobre todo, que éste deberá su cargo a los Partidos políticos.

Lo más preocupante es que todavía hay cargos importantes pendientes de nombrar, como el del Fiscal Especializado en el Combate a la Corrupción, así como del Auditor Superior del Estado. Si se siguen dando los nombramientos de esta forma, de nueva cuenta habrá que convocar a la sociedad a salir a las calles, tal y como sucedió hace dos años.