La Navidad es una época en la que los niños y niñas esperan siempre que Santa Claus desde el lejano Polo Norte les traiga los tan preciados obsequios que previa cartita ya han manifestado, pequeños de todas las edades y clases sociales que muchos de ellos, a pesar de vivir en una situación vulnerable, no pierden la fe en ello.
Una de las niñas que espera con ansias la noche previa a Navidad es Yaneth Alejandra, de 9 años, quien en su vivienda en la colonia Gabriela Mistral, vive al lado de su abuelita Norma Alicia Gaxiola, a quien como buena niña apoya diariamente en las labores del hogar y en acciones sociales, como en la reforestación de espacios y en diversas brigadas de asistencia social.
Le ayudo a mi nana, a veces vamos y plantamos arbolitos, mi abuelita vacuna perros y le ayudo.
Cuatro muñecas que comparte con su amiguita Mimí, son con las que juega la pequeña Yaneth, quien al salir al patio de su casa que tiene como vista el cerro de El Centinela, se siente feliz, dichosa de vivir, felicidad que espera puedan tener todas las personas que se encuentran pasando enfermedades o tristezas, las cuales “con un abrazo se pueden curar… y con medicinas”.
Yo deseo felicidad para los que están malitos, que no estén tristes, como cuando mi abuelita está triste o cansada, yo la abrazo, pero también le doy medicina.
La menor, estudiante de cuarto de primaria de la escuela “Hermanos Flores Magón” y quien a pesar de batallar con las Matemáticas no ha reprobado ningún examen, le ha pedido a Papá Noel algo muy especial, pues a diferencia de muchas que quisieran una muñeca o una casita, ella pide herramientas que le ayuden a ser una mejor estudiante.
Yo quisiera que Santa me trajera una Laptop para mis tareas, porque a veces mi nana no tiene dinero para llevarme al internet y me dejan muchas tareas de internet como investigar la estrella de mar y muchas cosas y también una bici para ir a la escuela, porque queda retirado, en El Paraíso.