Debido a que los niños y niñas con condición del espectro autista tienen una hipersensibilidad a los sonidos en general, le afecta el ruido que se produce a la hora de quemar fuegos artificiales, por lo que se recomienda a los padres de familia protegerlos de los estruendos durante las festividades de fin de año.
La psicóloga Laura Álvarez, indicó que los ruidos fuertes causan ansiedad, estrés y alteran el sistema nervioso de las personas con autismo, entre los que mencionó los sonidos de los cohetes, gritos y actos violentos.
Lo anterior, tiene que ver con unas conexiones entre la amígdala y la corteza cerebral que están disfuncionadas y esto hace que, frente a mínimas cuestiones sonoras, estos niños las perciban y reaccionen.
En tanto que los niños con este trastorno pueden taparse los oídos y hasta estallar en llanto al momento en que la gente canta el himno nacional o hay mucho bullicio, por ejemplo, y esa condición puede multiplicarse en los festejos de navidad y año nuevo cuando la quema de “cohetes” se intensifica.
Para evitar que los niños autistas y también las personas de la tercera edad presenten cuadros de ansiedad por la quema de cohetes, Laura Álvarez recomendó a los padres de familia mantenerlos dentro de casa a la hora en que la gente acostumbra a quemar fuegos artificiales.
También se sugiere poner música relajante en la habitación y abrazar a los niños para tranquilizarlos, así como jugar con ellos o ponerles una película de su agrado en la televisión para distraerlos del ruido externo.
Por último, la psicóloga hizo un llamado de atención a los sanluisinos para que este fin de año eviten quemar “cohetes” tomando en cuenta que el sonido daña a los niños autistas, adultos mayores y a las mascotas, además genera la contaminación del medio ambiente y puede generar accidentes.