Días muy difíciles son los que ha pasado el personal médico y de enfermería del sector de salud público que atiende a pacientes, confirmados y sospechosos, de Covid-19, quienes han tenido que dejar sus hogares en resguardo de los suyos y los que por su labor, han recibido tanto muestras de apoyo con donaciones de material y alimento, como malos tratos de comercios de la ciudad.
Nadia Gloria, enfermera de la clínica 30 del IMSS, quien desde que inició la contingencia labora en el área de pacientes Covid y de Urgencias, mencionó que su trabajo, que realiza como todos sus compañeros con amor y pasión, ha sido muy duro, ya que el mantenerse expuestos los ha llevado a dejar sus hogares por períodos prolongados.
El 24 de marzo Nadia Gloria vio por última vez a sus hijas, quienes al cuidado de su abuela, están protegidas en casa.
“Estos han sido días muy difíciles, yo me tuve que separar de mi familia, tengo dos hijas, una de 18 y otra de 7 años y mi mamá, que me apoya muchísimo”.
“Hace mes y medio la más chica se me enfermó, es asmática y al momento en que a mí me pasaron a Urgencias yo le hablé a mi mamá y le dije, ´yo ya no vuelvo a casa´”.
El trabajo arduo del personal de salud ha sido valorado y recompensado por ciudadanos de noble corazón que, dispuestos a contribuir con su granito de arena, les han llevado bebidas, alimentos y una que otra golosina en agradecimiento por su loable trabajo al frente de esta batalla contra el coronavirus.
El viernes 10 de abril, a las puertas de la clínica 30, cachanillas llevaron una fuerte dotación de alimentos para el personal de enfermería de esta institución.
“Se siente súper bonito que alguien se tomen la molestia, que de su bolsillo, se tomen su tiempo para pensar cómo llevarlo”.
A pesar que en los últimos días, su gremio ha sido atacado, por miedo al contagio o ignorancia, siguen en pie de lucha, entregando su conocimiento y experiencia, esperando que esta contingencia sanitaria termine pronto y con ello puedan regresar sanos a casa.
“Han sido tiempos difíciles, merecemos un trato digno además, por la situación, andamos todos muy aprensivos y chillones”.
“Tenemos miedo de regresar a casa, yo no pude despedirme, no pude abrazar a mis hijas por última vez, es feo, por eso por favor quédense en sus casas para que nosotros podamos regresar a las nuestras”.