Debido a los grandes retos que representa la sequía de la cuenca del Río Colorado, que ha provocado recortes en la dotación a Baja California en los años 2022 y 2023, la Alianza Revive el Río Colorado, en colaboración con la Conagua, impartió el taller “Tecnificación-Riego por gravedad”.
El citado taller fue Sergio Payan Ochoa, director de Asesoría en Manejo del Agua para Riego (ASIRNUT), compartió herramientas a los usuarios y productores para tener riegos más eficientes, rendimientos arriba de la media y ahorros volumétricos aplicando un riego tecnificado.
La cuenca del Río Colorado se encuentra en la sequía más larga e intensa de los últimos 114 años, lo que ha detonado las medidas restrictivas establecidas en el acta 323 del tratado binacional de aguas.
Sin embargo, de agravarse la situación, México estaría sujeto a recortes de hasta 200 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua, por un periodo consecutivo de 3 años (2024, 2025 y 2026), para sumar una cantidad de 600 mm3 de agua, con el fin de recuperar los niveles de las presas Hoover y Glen Canyon.
Payán Ochoa señaló que la tecnificación es el incremento de la productividad del agua a través de la modernización, aplicando a los cultivos el agua que requieren en cantidades óptimas para evitar pérdidas y desperdicios. Algunos de los beneficios reportados son:
Mayor aprovechamiento del consumo de agua en parcelas, y en algunos casos, disminución de gastos por tarifa.
El incremento en la eficiencia en el uso de agua y fertilizantes, por consiguiente mayor producción y mejor calidad de productos; así como más disponibilidad de tiempo y reducción en costos de producción para los agricultores.
Con la participación de más de 50 representantes de la comunidad agrícola del Valle de Mexicali, se realizó la primera sesión del tercer ciclo de taller que la Alianza Revive el Río Colorado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Distrito de Riego 014 organizan para analizar y discutir los retos del sector alrededor de la gestión del agua.
El ponente señaló que en el sector agrícola, con la asignación más alta de agua (88%), ha sido afectado por estas reducciones en las dotaciones asignadas por hectárea de derecho de riego.
El riesgo adicional de nuevos recortes podría representar una reducción en la superficie de riego en cultivos demandantes, o que los derechos de riego resulten insuficientes y obliguen a los agricultores a adquirir excedentes de agua a un costo mayor.
Esto se suma a otros retos importantes como la salinidad del suelo, la pérdida de rentabilidad de los principales cultivos, los incrementos en precios de insumos y materia prima, así como el acceso limitado a créditos, expuso.