Aunque el incremento a los salarios mínimos del 15% podría considerarse un acto de justicia social, también provocará inflación antes que el cierre de empresas y afectará el poder adquisitivo de los jubilados, pensionados y beneficiarios de programas sociales, advirtió el analista económico Enrique Rovirosa Miramontes.
El también ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali explicó que el incremento al salario mínimo de la noche a la mañana trae muchas implicaciones, en las que el gobierno federal se cuelga la medalla y queda bien con la gente.
Pero a las empresas les incrementa el costo de operación, es decir, si destinan el 30% de los ingresos al pago de los salarios, con el aumento es obvio que se tendrá que destinar más recurso del que ingresa a la empresa, es decir, se modifica estructura de costos.
Es decir, los empresarios tendrán que sacrificar los beneficios que reciben por ejercer su actividad.
“Si el incremento es tal que excede a los beneficios que estás recibiendo, obviamente vas a pensar si sigues operando o no, pero esto sería la última decisión, la empresa no va a decidir cerrar de la noche a la mañana.
“Primero va a ver cómo le afecta, digamos el resultado de la utilidad que recibe, como ajustar sus ingresos para absorber ese incremento en los costos y como puede repercutir ese incremento en los precios que cobra por los bienes y servicios que ofrece”.
Esto es importante, ya que puede contribuir a que haya un aumento de precios en el mercado, por eso se dice que aumentar los costos, vía salarios o por costo de importaciones, tiene un efecto inflacionario.
Es decir, lo primero que genera el aumento de salarios, más que el cierre de empresas, es un efecto inflacionario, porque el empresario ajusta los precios de bienes y servicios, conforme aumentan sus costos.
SOBRE LA MARCHA
“El cierre de empresas no es inmediato, las empresas primero ajustan los precios y ya sobre la marcha, van a ver qué otras acciones pueden tomar”.
Rovirosa Miramontes expuso que es muy probable que muchas empresas, antes de cerrar, empiecen a hacer ajustes al personal, reduciendo el costo de la mano de obra de sus operaciones, es decir, si un mesero atiende 5 mesas, ahora atendería 6, por el recorte de un compañero.
Por el lado de los trabajadores, resulta positivo recibir un 15% de aumento, si es que recibe un salario mínimo, pero no será un aumento real, ya que hay que tomar en cuenta la inflación, además del decrecimiento económico.
Es decir, este año podríamos terminar con una inflación del 3.5%, cuando en realidad no debería de haber inflación, ya que la economía no está creciendo, al contrario, tendremos un decrecimiento cercano al 9%, lo que no es cualquier cosa.
“Tantos años en tener reducido el salario mínimo se ha traducido en una precarización salarial, en México la política económica descansó a través de la precarización salarial del país, eso no fue nada agradable y por eso el país no crece”.
Rovirosa Miramontes expuso que el incremento salarial genera otros problemas, ya que impactará a la gente pensionada, porque las pensiones del IMSS se ajustan conforme a la inflación y no del salario mínimo, entonces proporcionalmente, los pensionados reciben menos.
“Cuando aumentaron el salario mínimo en el Norte del país, a los pensionados nos perjudica de sobremanera, porque en términos comparativos el origen de nuestra pensión, de acuerdo a los niveles salariales que teníamos en el pasado, automáticamente se desajusta.
“Es decir, se les quita poder adquisitivo a los jubilados y pensionados, los pones en una situación desventajosa”, expuso el analista económico.
También se afectan los apoyos a los adultos mayores y a los jóvenes y todos los programas de Bienestar, automáticamente se están depreciando, al compararlos con el poder adquisitivo del salario mínimo.