Productores de campo se sienten traicionados

Será en el transcurso de los próximos días cuando los diputados federales analicen, discutan y aprueben el presupuesto 2020

Exaltación González/La Voz de la Frontera

  · lunes 30 de septiembre de 2019

Para lograr un ahorro los módulos de riego firmaron un convenio para una reducción de agua por 4 ó 5 años / CORTESÍA

En el caso del sector agropecuario las noticias no son nada alentadoras, tomando en cuenta que de un plumazo el Gobierno federal le está quitando al campo mexicano 19 mil 181 millones de pesos en su presupuesto para el próximo año, lo que presenta una tercera parte menos de lo autorizado para este año.

En este 2019 el sector agropecuario maneja un presupuesto de 65 mil 434 millones de pesos, mientras para el 2020 se propone reducirlo a 46 mil 253 millones de pesos. Conforme se van conociendo los detalles del proyecto de Presupuesto de Egresos 2020, crece el malestar en los sectores afectados y se confirma la preocupación por los efectos negativos de la política económica del Gobierno en el desarrollo nacional y el bienestar de las familias. Programas tan importantes como Concurrencia, Seguros y Fomento Ganadero están prácticamente desaparecidos al asignárseles “cero pesos” para el año entrante.

El programa de concurrencia se aplicaba para proyectos estratégicos para el apoyo de productores, por ejemplo, en infraestructura y equipamiento, así como repoblamiento de becerrada, entre otros. No hay ningún ganadero en Baja California que pueda invertir para el crecimiento de su hato ganadero si no existen estos programas de desarrollo. Un programa del campo que en los últimos 20 años ha sido fundamental para los campesinos mexicanos es Aserca, que ahora ha sido “mandado a la lona” con un presupuesto de solo 129 millones de pesos, es decir, prácticamente lo están aniquilando. Cabe aclarar que este 2019 el Programa de Apoyos a la Comercialización cuenta con un presupuesto de 5 mil millones de pesos, lo que sirve para apoyar de manera mínina a los productores, sin embargo los 129 millones programados para el 2020 solo servirán para sus gastos administrativos.

Los apoyos a la comercialización, si bien pueden incluir a pequeños agricultores, también servían para los medianos y grandes productores que operan bajo el esquema de agricultura por contrato. El único programa que recibirá un aumento presupuestal es el de precios de garantía a los productos básicos, que crecerá 67%. Con esto se confirma la vocación populista del actual Gobierno federal, al aplicar programas que ya fueron utilizados en el pasado y que fueron un verdadero fracaso.

Igual que en la política social, en el sector primario se opta por transferencias monetarias y subsidios a las clientelas de Morena, en lugar de estímulos a la productividad, la exportación y la generación de empleo. En Baja California, hasta el momento ningún directivo de empresa o de organización del campo ha dado una opinión acerca del recorte presupuestal, sin embargo esto no evitará que el recorte afecte a los productores.

Lo más triste del caso es que ningún diputado federal de Baja California se ha pronunciado por esta terrible reducción al presupuesto del campo que se está proponiendo para el año entrante. En el caso de Mexicali ni Salvador Minor Mora ni Lizbeth Noriega y mucho menos Erick Morales han dicho “esta boca es mía”. Los legisladores federales, diputados y senadores, de todos los partidos políticos, tienen olvidado el sector agropecuario o sencillamente no le entienden. Con el presupuesto mutilado, el sector agropecuario está destinado a la quiebra, a la ruina, al fracaso.

Para la mayoría de los países, la producción de alimentos y el apoyo a sus productores, es un asunto de seguridad nacional. En México se ha manifestado públicamente que el sector agroalimentario será una prioridad para el Gobierno, quien propone lograr el rescate del campo mexicano privilegiando el apoyo a los pequeños productores, sin dejar de considerar a quienes producen los mayores volúmenes de alimentos en este país. Sin embargo, el discurso está muy distante de la realidad. Por un lado el Gobierno promete rescatar al campo y por otro le aplica severos recortes presupuestales. Son mensajes desalentadores para los productores del campo.