En la búsqueda de cultivos con mayor tolerancia a la sequía y al calor del Valle de Mexicali, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ha desarrollado variedades de trigo cristalino y harinero, con mayor resistencia a enfermedades y con alto potencial de rendimiento.
El encargado de la oficina de la delegación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en Baja California, Juan Manuel Martínez Núñez, expuso que esto es resultado del Programa de Mejoramiento Genético de Trigo, realizado por el INIFAP en coordinación con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT).
“Una de las particularidades es elevar en al menos un 5% el rendimiento que ya tienen las variedades que se siembran actualmente”, aseguró el funcionario federal.
Comentó que durante una visita realizada al Campo Experimental del Valle de Mexicali, que se ubica en la Colonia Chapultepec, el investigador del INIFAP, Iván Alvarado Padilla, explicó que este es el primer año en el Valle de Mexicali, en donde se cuenta con familias F3, es decir, que se tiene un proceso avanzado en el mejoramiento genético del grano para lograr un avance en la selección de los materiales.
En cuanto a las variedades de trigo cristalino para el noroeste de México, informó que se liberaron en el Valle de Mexicali y el Valle del Yaqui.
Alvarado Padilla explicó que la variedad Isabel Oro C2018 liberada en el Valle de Mexicali, cuenta con mayor color en sémola de 28, factor de calidad y rendimiento de 8.5 a 9 toneladas, por hectárea, así como la Camacho Oro C2022, con color de grano y en sémola de 28.
Una de ellas, es Noroeste C2021, con potencial de rendimiento de hasta 9 toneladas por hectárea y resistencia a enfermedades como la roya de la hoja y roya amarilla.
Añadió que la variedad Don Lupe C2020, con potencial de 9 toneladas por hectárea, así como la Roely HP, es la primera variedad liberada con capacidad de acumulación de proteína en grano, en donde la industria se beneficia por su alto contenido de proteína, al ser de 13%, con rendimiento de entre 8.5 y 9 toneladas por hectárea en ensayos experimentales.
El investigador comentó que estas variedades ya están disponibles en el mercado, tal como sucede con la variedad Isabel Oro C2018, misma que ya están establecidas entre 500 y 600 hectáreas en el Valle de Mexicali.
Invitó a los agricultores que así lo deseen, solicitar al personal del INIFAP la semilla básica para sembrar la semilla certificada.
Por último, declaró que, en el Valle de Mexicali, actualmente se siembra la variedad Borlaug 100 de trigo harinero y de cristalino, Cirno e Isabel Oro C2018, con mejor calidad de sémola, materia prima para la elaboración de pastas.