Aprovechando la experiencia en la producción apícola unidades de producción en el valle de Mexicali se diversifican con la presentación de los productos derivados, mismos que son demandados por clientes dentro y fuera de la entidad.

Salvador Ramírez desde hace tres décadas trabaja en el cuidado de enjambres de abejas cuidando de ellas por ser una fuente de ingresos para sacar adelante a su familia.

“Los enjambres los tenemos en el Ejido Oaxaca y en la Colonia Carranza, contamos con más de 30 años de producir miel con este negocio familiar que lo inició mi padre José C. Ramírez. Afortunadamente siempre hemos tenido buena demanda debido a que las personas nos conocen y como saben que lo que vendemos un producto a base de miel pura se da la confianza atrayendo a clientes de Estados Unidos, Ensenada y Baja California Sur”, explicó el apicultor.

Para dar un buen sabor y color las abejas de estos enjambres se abastecen de flor de melón, sandía, alfalfa, mezquite, pinillo, Cachanilla y pepino dando un sabor especial y distinto en cada temporada.

“La coloración depende de lo que se alimenta la abeja, por ejemplo si lo hace de una flor de color oscuro así será la miel, pero si es de flor de melón, girasol la miel será más clara, además en los últimos años hemos estado trabajando con productores de dátil pues el dátil requiere la polinización natural de la abeja y se apoya a las colonias con esta función que sirve a ellas así como a los cultivos en el valle de Mexicali”, añadió.

Productos como miel pura, polen, propóleo, jalea real, granolas, barras energéticas, son algunas de las presentaciones de los productos que se ofrecen, sin embargo no se cuenta con una organización formal para comercialización de la gran mayoría de apicultores, pues algunos productores refieren que la competencia de mieles baratas que no son 100% naturales afecta en los precios de venta.