La producción de hortalizas en las casas podría ayudar en gran medida al medio ambiente debido a que las emisiones de carbono que provoca el traslado de verduras y frutas serían menores, dijo en entrevista el director de Nación Verde Octavio López.
"El impacto es brutal porque se evita que la fruta o verdura sea transportada, lo que se traduce en menos utilización de plásticos y de huellas de carbón. En el momento que uno empieza a producir en su huerto eso se acaba", dijo López.
Comentó que el plantar tubérculos como jengibre, papas o rábanos, son muy fáciles de cuidar al igual que verduras como los tomates, chiles, calabazas o cebollas, los cuales dijo tardan entre un mes y tres meses en crecer a excepción del jengibre que empieza a dar su fruto a los nueve o diez meses de ser plantado.
"Una semilla de tomate la plantas en cualquier maceta, la riegas y te puede dar hasta 50 kilos de tomate libre de pesticidas, será orgánico y sano", expresó. Mencionó que la producción de estos alimentos es de alrededor de seis meses.
Agregó que otro de los beneficios de tener una hortaliza en cada está el de enseñarle a los hijos el cosechar sus propios alimentos, además de el niño puede ser más consciente de cómo se obtienen los alimentos.
"Vas a poderle enseñar a tus hijos cómo crecen las plantas porque los niños luego no lo entienden, ellos creen que las verduras vienen del supermercado y eso es increíble porque el ser humano debe saber producir su propia comida", declaró el ecologista.